Froilán no ha cambiado. Felipe VI y Letizia estaban hartos de él porque ponía siempre a la corona en peligro con sus fechorías. Ha sido el nieto más rebelde de Juan Carlos I. Se le han dado demasiados avisos, por ello los monarcas hablaron seriamente con la infanta Elena y le instaron a buscar una solución. Hace dos años participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca la madrugada de Navidad en el barrio de Salamanca. Un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido, y en el que el hermano de Victoria Federica llevaba cuatro días de fiesta. Además, se encontraron sustancias estupefacientes.
Fue Juan Carlos I quien se ofreció a quedarse a Froilán en Abu Dabi, pero no iba a hacerle de niñera. Le buscó un trabajo en una conocida petrolera, como becario, aunque cobraba 7.500 euros, y vive en un piso de 500 metros cuadrados con todas las comodidades y lujos. Su contrato finalizó y el hermano de Victoria Federica no ha hecho muchos intentos por buscar otra cosa, aunque continúa con su residencia en los Emiratos Árabes. No se espera que regrese a España de forma permanente porque los reyes no se fían de él.
Froilán organiza fiestas en casa
Siempre que ha pasado unos días en España ha sido para salir de fiesta, y como le sucede a su abuelo, siempre termina poniéndose en el foco mediático, aunque le piden discreción. En Abu Dabi pensaban que le iban a cambiar. Siempre trajeado y cumpliendo con sus obligaciones laborales. No bebía alcohol por la ley seca, pero tampoco tenía un grupo de amigos como España.
Después de dos años, Froilán ha encontrado a su grupo de amigos y está más feliz en Abu Dabi, y es que como era de esperar va de fiesta en fiesta, porque allí también se organizan fiestas y se bebe alcohol, pero cada uno en su casa. El joven se apunta a todas las fiestas, es su máximo entretenimiento.
Por lo menos en Abu Dabi esta información no sale a la luz y los reyes pueden estar muy tranquilos, pero Juan Carlos I está harto del comportamiento de Froilán y de que le deje en ridículo. Le ha pedido que se controle y que se comporte como un adulto que a sus casi 27 años es lo que es. En una de sus últimas fiestas, los escoltas le tuvieron que sacar de allí bastante perjudicado, no podía ni llegar a su casa.
