La incógnita de quiénes asistirían a la celebración del cumpleaños de Leonor era notable. Hace semanas, nadie apostaba por la presencia de algún miembro de la familia de Felipe VI. Aunque la participación de los Ortiz Rocasolano estaba confirmada, los Borbón tenían sus reservas, dado que los reyes no han mantenido una buena relación con ellos. Siempre los han mantenido apartados y han experimentado humillaciones. Letizia ha hecho todo lo posible por distanciarse del apellido de Juan Carlos. En cuanto a las infantas Elena y Cristina, sus padres consideran que han sufrido demasiado. De hecho, la semana pasada, la reina emérita rompió a llorar debido a los difíciles momentos que atraviesan, incluyendo la ruptura familiar.
Pasadas las ocho de la noche, los invitados comenzaron a llegar a El Pardo en sus vehículos de manera gradual. A esa hora, solo permanecían en la calle los medios de comunicación, el personal de seguridad y algunos curiosos. Nadie se detuvo a saludar, con la excepción de Jesús Ortiz, quien hizo el intento de realizar un gesto amable con sus colegas de profesión.
Letizia buscó proteger la celebración del cumpleaños de su hija, aunque no tuvo más opción que aceptar la presencia de los Borbón. Hacía una década que no se reunía toda la familia. Juan Carlos finalmente se reencontró con Leonor después de tres años sin verla, pero no hay ninguna fotografía que documente el momento. La reina organizó una fiesta de carácter privado, íntimo y discreto para tenerla bajo control. Al entrar al gran salón, se les confiscaron los teléfonos móviles, evitando la posibilidad de tomar fotos. No hubo una imagen familiar de todos ellos.
Froilán y Jesús Ortiz no pueden ni verse
Sin embargo, en la entrada de vehículos, se notó que las únicas grandes ausencias fueron los primos de Leonor, Juan y Pablo Urdangarin, quienes no pudieron asistir debido a compromisos profesionales. La infanta Cristina intentó convencerlos el fin de semana pasado en Barcelona, pero no tuvieron éxito. Educadamente, pidieron disculpas a los reyes y a la protagonista. Victoria Federica, por su parte, ni siquiera se disculpó; optó por viajar a Perú con su amigo Roca Rey, demostrando así que no mantiene ninguna relación cercana con sus tíos y primas.
Finalmente, Froilán fue el único que asistió. El joven llegó en el avión privado de Juan Carlos a la base aérea de Torrejón de Ardoz y se presentó en la fiesta de cumpleaños en un coche oficial junto a su madre, su tía Cristina y sus primos Irene y Miguel. La presencia del hijo mayor de la infanta Elena también incomodó a Letizia, aunque Jesús Ortiz no dejaba de observar. Entre ellos siempre ha existido una relación tensa, ya que se rumorea que el hermano de Victoria Federica difundió el rumor de que el periodista se declaraba "republicano", rumor que fue utilizado por 'El Español' en un titular y que ha resultado en un prolongado litigio entre ellos.
Froilán ha vuelto a España con motivo del cumpleaños de la infanta Elena y las inminentes navidades y se teme que en una próxima reunión familiar puedan reencontrarse y que salten chispas de nuevo.