Hay varios motivos que destaparían el por qué Froilán continúa viviendo en Abu Dabi si no trabaja allí. Su contrato como becario de una importante petrolera terminó hace ya un año y todavía no ha buscado otra cosa. Tiene suficiente con el sueldo de 10.000 euros mensuales que le abona Juan Carlos I todos los meses a seis de sus ocho nietos. Casa Real obligó a la infanta Elena a tomar una determinación con su hijo. El hermano de Victoria Federica estaba dando demasiados quebraderos de cabeza a la corona con su comportamiento inadecuado. Unos meses antes de exiliarle a los Emiratos Árabes con su abuelo, participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca la madrugada del día de Navidad en el lujoso barrio de Salamanca, Madrid. Un mes más tarde también fue desalojado de un after ilegal con licencia de sauna donde llevaba cuatro días de fiesta ininterrumpida, y en la habitación donde estaba con unos amigos se encontraron sustancias estupefacientes.
Fue la gota que colmó el vaso para Felipe VI y Letizia. Juan Carlos I se ofreció personalmente para ocuparse de su nieto mayor, le buscó un trabajo en el que cobraba 7.500 euros mensuales y un piso de 500 metros cuadrados. El joven lleva dos años residiendo en Abu Dabi y parece que tampoco volverá de forma permanente, por lo menos a corto plazo. La infanta Elena quiere que se quede hasta que fallezca su padre. De esta forma, no solo están en contacto con él de una forma más directa, sino que además, el día que fallezca, Froilán será el testaferro de su madre con la herencia de su abuelo, así no pasará por las manos de la Hacienda Pública. La infanta Cristina tiene menos problemas con eso porque reside en otro paraíso fiscal, Suiza.
Froilán preocupa a la infanta Elena con Juan Carlos I
La infanta Elena ha viajado en numerosas ocasiones a Abu Dabi, reconocidas más de 60 veces en estos últimos cinco años. Ahora que está su hijo allí todavía viaja más y se queda más tiempo. Con el hermano de Victoria Federica viviendo allí, las infantas Elena y Cristina pueden estar pendientes en todo momento de la verdad sobre el estado de salud de Juan Carlos, que últimamente es muy delicado debido a su avanzada edad.
Juan Carlos I ha recibido uno de los peores diagnósticos. Los médicos le han confirmado que padece artrosis y terminará sus días en una silla de ruedas, su peor pesadilla. Ya ni los tratamientos con medicina regenerativa funcionan.
Pero no es el único problema al que se enfrentan sus hijos. Según Froilán, Juan Carlos I sufre también algunas perdidas de memoria. Ya no reconoce a algunos de sus amigos a los que ve de vez en cuando, pero tampoco recuerda algunos episodios del pasado. Está asustado porque teme que le pase como a Irene de Grecia.