"Soy una víctima". Estas fueron las palabras de Felipe Juan Froilán Marichalar Borbón en el programa 'Y ahora Sonsoles' de Antena 3 en referencia a la famosa pelea con navajas que tuvo lugar a las puertas de una discoteca de Madrid el pasado mes de noviembre. Un escándalo en el que resultó herido un amigo del sobrino de Felipe VI, con un corte de 2'5 centímetros que llenó de sangre la escena. Froilán acompañó a su colega al centro médico, donde le curaron la hemorragia. Esta es, según nuestro protagonista, su única y exclusiva participación en los hechos que investiga la policía, y que podrían constituir un delito de "riña tumultuaria", castigado con una pena de 3 meses a 1 año de prisión. El problema para Froilán es que los vecinos y testigos mantienen una versión diferente. Una en la que sale mal parado.
Si con este escándalo no bastaba, al día siguiente salió a la luz otro incidente relacionado con el hijo de la infanta Elena. Perdón: con los hijos. Victoria Federica también acaba retratada. La joven influencer conducía un coche de madrugada en el barrio de Salamanca de Madrid con su hermano como copiloto, y lo estrelló contra la fila de vehículos aparcados en un lateral de la vía. No hubo heridos, pero sí intervención policial. Los agentes municipales de la capital de España los identificaron y, acto seguido, hicieron la llamada telefónica de rigor a los servicios de seguridad de Zarzuela. Pipe y Vic la habían vuelto a liar gorda y se tenía que tapar el alboroto lo antes posible. La pareja no son estrictamente Familia Real, pero sí la cuarta y la quinta persona en la línea sucesoria de la Corona. Son VIPS. También peligrosos para la reputación de la institución.
Froilán rechaza su implicación en la pelea con navajas, pero los testigos ofrecen otra versión
La cuestión de los guardaespaldas y Froilán levanta polvareda. Oficialmente no dispone de escoltas, pero oficiosamente no es que los tenga, es que les da una cantidad de trabajo inaudita. No paran de trabajar. Cuando tiene problemas, allí están. Ahora bien, ¿cómo es posible entonces que hubiera escoltas durante la reyerta con armas blancas en la que también se vio implicada Isabel Mateos, amiga íntima del Pequeño Nicolás? Ah. Misterio. O tienen un sexto sentido, o alguien nos está engañando. Resulta que el digital 'Monarquía Confidencial', que habitualmente falla más bien poco, informa de un detalle muy jugoso en torno a esta historia y a la protección de la que disfruta el tarambana Froilán, pagada a escote por todos los españolitos. El joven de 24 años, según esta versión, no fue ni una víctima ni un espectador de la trifulca. Se mojó. Mucho.
La frase de Froilán a su escolta en medio de la peligrosa trifulca: "Déjame"
Este es el texto literal que publica 'MC': "Cuando uno de los escoltas vio lo que estaba ocurriendo, y que Froilán corría peligro, decidió intervenir intentando alejarle del lugar. Resultó en vano. La respuesta que recibió fue: "Déjame. Yo sé bien lo que hago". Es tan fantasioso y peliculero que es perfectamente plausible, la verdad. No es la primera vez que nieto de Juan Carlos tiene salidas de tono de este tipo, la leyenda dice que más de una le ha salido cara. Tampoco, por lo que explican en el mismo medio, que se haya enfrentado a sus protectores. Ejemplarísimo.
De verdad: ¿hay que proteger este personaje? ¿O nos tendrían que proteger de él? Zarzuela tendría que tomar medidas y echarlo del universo real. Por decencia... y para evitar futuros escándalos. Algún día se hará daño de verdad.