Froilán, tras un año en Abu Dabi junto a su abuelo Juan Carlos I, sigue teniendo dificultades para adaptarse al ambiente de los Emiratos Árabes. El hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar siente una fuerte añoranza por su familia, amigos y amigas. Y aunque sabe que la Casa Real prefiere mantenerlo alejado debido a su comportamiento problemático, complicando su deseo de retorno, crecen sus intenciones de volver a España definitivamente.
El hijo de la infanta Elena ha realizado varias visitas a España, especialmente durante las vacaciones de verano y en ocasiones familiares importantes como los cumpleaños de su prima Leonor y de su madre. A pesar de estas visitas, su relación con sus tíos Felipe y Letizia es distante. Froilán ha expresado su descontento en privado, pero sus quejas han sido ignoradas por la familia real, quien prefiere mantenerlo alejado de la capital española.
Froilán busca fórmulas para volver a España
Recientemente, Froilán regresó a España solo y sin previo aviso, sin la compañía habitual de Juan Carlos y el personal de seguridad. Fue visto en un restaurante en el barrio madrileño del Niño Jesús, donde reside su madre, en compañía de amigos ingleses y una amiga especial. Este regreso solitario ha sido un intento de escapar del ambiente que lo abruma en los Emiratos Árabes, donde no ha logrado establecer relaciones significativas ni formar un círculo de amigos sólido.
La decisión de enviar a Froilán a Abu Dabi fue instigada por Letizia debido a los numerosos escándalos en los que se veía involucrado y que afectaban la imagen de la monarquía. Sin embargo, con Juan Carlos pasando más tiempo en Ginebra y planificando establecerse allí permanentemente, Froilán está considerando ignorar los deseos de la reina y regresar a Madrid, especialmente tras quedarse sin trabajo.
Su mala relación con Felipe VI y su reputación le cierran las puertas
A pesar de sus intentos por reconstruir su vida en Madrid, Froilán está enfrentando serios problemas para conseguir trabajo. Las empresas, conscientes de la mala relación entre Felipe VI y Froilán, temen enemistarse con la Casa Real al contratarlo. Además, ven en él un potencial problema mediático y las sospechas de enchufismo podrían surgir, afectando su imagen. Esta situación ha dificultado enormemente su reintegración en la vida laboral española.
Las dificultades de Froilán no solo se deben a su relación con Felipe VI, sino también a su propia reputación. Sus comportamientos pasados y los escándalos en los que se ha visto envuelto han manchado su imagen, haciendo que las empresas duden en ofrecerle una oportunidad laboral. Este rechazo constante ha hecho que se vea obligado a permanecer en Abu Dabi, no porque quiera, sino porque en España no lo quieren.
Por el momento, Froilán seguirá en Abu Dabi, enfrentando un entorno que no le resulta cómodo ni acogedor. Sin embargo, su deseo de regresar a Madrid persiste, y buscará cualquier oportunidad para reconstruir su vida en su ciudad natal, aunque las puertas laborales sigan cerrándose debido a su relación con la Casa Real y su reputación problemática.