Froilán, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, está de vuelta en España para las fiestas navideñas. Como es costumbre, el joven se sumerge en una vorágine de celebraciones, disfrutando de la compañía de sus cercanos y dejándose llevar por la movida madrileña. Cuando regresa a su tierra natal, las fiestas son su perdición, y los días sin dormir se convierten en su modus operandi.

Algo, el disfrutar de los suyos, que ha echado de menos en Abu Dabi. No tanto las juergas bañadas en alcohol. El cuarto en la línea de sucesión de la corona se ha saltado la ley seca mientras ha estado en los Emiratos.

Froilán encuentra la forma de mantener sus juergas en Abu Dabi

Froilán se convirtió en el quebradero de cabeza número uno para la Casa Real. Sus travesuras y escándalos lo llevaron a abandonar España, bajo la presión de Felipe y Letizia, para instalarse en Abu Dabi con su abuelo Juan Carlos I. El punto culminante fue su participación en una pelea con arma blanca y otros incidentes, incluyendo el desalojo de un after ilegal con sustancias estupefacientes de por medio.

froilan juan carlos

En un intento de enderezar el rumbo de Froilán, Juan Carlos le consiguió un trabajo como becario en una petrolera. Parecía que el joven se estaba centrando, pero lo cierto es que solo necesitó encontrar amistades de su edad para recaer en viejas costumbres. Y aunque el consumo de alcohol está totalmente prohibido Froilán ha encontrado una solución a este problema.

Froilán se salta la ley seca en los Emiratos Árabes

El nieto del rey emérito ha optado por participar en fiestas clandestinas celebradas en casas privadas, donde el alcohol fluye sin restricciones. En alguna de ellas ha terminado bastante perjudicado, lo que le ha valido alguna reprimenda de su abuelo. Pero a Froilán le da igual. Sabe que puede hacer lo que quiera. Suficiente ha hecho con alejarse de Madrid para no ‘molestar’ a la casa real.

Las fiestas desenfrenadas del nieto real en Abu Dabi no solo han generado preocupación en la familia real, sino que también han avivado las llamas de la controversia en torno a su comportamiento. Mientras el joven continúa disfrutando de la vida nocturna en la capital de los Emiratos Árabes, queda por ver si esta serie de incidentes tendrá consecuencias más serias para Froilán y su relación con la Casa Real.