El sobrino de los reyes Felipe VI y Letizia, Froilán de Marichalar, vuelve a estar en el foco mediático tras verse implicado en una reyerta la madrugada del pasado sábado, un incidente que culminó con varias detenciones. Este nuevo episodio reaviva las críticas hacia el joven, conocido por su actitud rebelde y su historial de comportamientos controvertidos.
La pelea ocurrió en un conocido local nocturno de Madrid, donde Froilán estaba acompañado por un grupo de amigos. Según fuentes cercanas, el altercado se originó en el interior del establecimiento y se extendió después a las inmediaciones. Aunque Casa Real ha intentado minimizar el impacto mediático, el suceso ha generado revuelo, especialmente porque no es la primera vez que el joven se ve envuelto en situaciones de este tipo.
Froilán, como loco por volver a España
A lo largo de los años, Froilán ha sido señalado como un problema para la monarquía. Desde su adolescencia, Froilán ha demostrado una inclinación hacia la fiesta y una marcada rebeldía, siendo poco dado a los estudios o a asumir responsabilidades laborales.
Entre los antecedentes más conocidos, destaca su implicación en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el barrio de Salamanca durante la Navidad de 2022, así como su desalojo de un after ilegal donde se encontraron sustancias estupefacientes. Estos incidentes provocaron que los reyes intervinieran directamente, exigiendo una solución inmediata.
Froilán, envuelto de nuevo en otro escándalo
La respuesta llegó de la mano del rey Juan Carlos I, quien ofreció a Froilán trasladarse a Abu Dabi con un trabajo como becario en una conocida petrolera, acompañado de un sueldo mensual de 7.500 euros. Sin embargo, el joven perdió ese puesto a principios de este año. Desde entonces, sus visitas al país se han vuelto más frecuentes. En este sentido, se conoce que Froilán no está bien en los Emiratos Árabes, y ha dejado claro su deseo de regresar a Madrid de manera definitiva, especialmente para estar cerca de su familia y amigos.
El incidente del pasado fin de semana, según testigos, ocurrió tras una intensa noche de fiesta. Aunque no se le acusa directamente de agresión, su presencia en el lugar y su presencia cercana a los detenidos han generado preocupaciones una vez en la familia real.