Froilán ha dado demasiados quebraderos de cabeza a Felipe VI y Letizia. Hace un par de años sobrepasó todos los límites con su comportamiento y los reyes obligaron a la infanta Elena a que tomase una determinación; si no, serían ellos mismos quienes lo harían por ella. El joven participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca y un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal que superaba el aforo permitido, tenía licencia de sauna, y en la habitación en la que estaba el hermano de Victoria Federica con un grupo de amigos encontraron sustancias estupefacientes.
Juan Carlos I se ofreció a dar cobijo a su nieto favorito. Froilán necesitaba que alguien le enderezase y le metiese el miedo en el cuerpo. El joven tuvo que despedirse de Madrid, de sus amigos y de una supuesta pareja, aunque él niega que sea algo más que una cómplice amistad. El hijo de la infanta Elena vive desde hace dos años en los Emiratos Árabes y asegura encontrarse bien, no tiene pensado volver a España, pero esa no es la realidad. Su mayor deseo es volver a casa, y más ahora que ni tan siquiera tiene trabajo, vive gracias a la pensión que le pasa su abuelo como a todos sus primos, a excepción de Leonor y Sofía.
El hermano de Victoria Federica ya tuvo que marcharse a una edad temprana fuera de España. Su madre lo envió a un prestigioso internado fuera de España para que mejorase su comportamiento y su interés por los estudios. Era un adolescente muy rebelde y no tenía intenciones de estudiar ni trabajar. Repitió curso hasta en dos ocasiones.
La infanta Elena se preocupó por el sobrepeso de Froilán
Pero no ha sido la única preocupación de la infanta Elena por Froilán. Su madre le obligó a ingresar por temporadas en la reconocida Clínica Buchinger Wilhelmi en Marbella, donde han estado otros personajes conocidos, con el fin de mejorar su forma física y salud. Desde muy pequeño ha salido de fiesta y ha consumido mucho alcohol y tabaco.
La infanta Elena quería promoverle un estilo de vida saludable. Debido a sus aficiones, poco ejercicio físico y una mala alimentación, Froilán había engordado demasiado. La opción incluía participar en el ayuno terapéutico Buchinger, un método que los médicos consideran beneficioso para prevenir y tratar enfermedades físicas y mentales al permitir al cuerpo vivir de sus reservas de grasa y depurarse a sí mismo. Según los médicos, esto puede prevenir el sobrepeso, el estrés, la hipertensión y mejorar las enfermedades cardiovasculares y digestivas.
En Abu Dabi, Froilán tiene un entrenador personal, el mismo que usa Juan Carlos I, y una nutricionista.