Froilán ha colmado la paciencia de Casa Real, por ello se tomó la decisión de exiliarle a los Emiratos Árabes con Juan Carlos I. Querían que madurase y cambiase de actitud. Está acercándose a la treintena y aún así parece un adolescente. Ni tiene mucho interés por trabajar ni tampoco por acabar su formación. El hermano de Victoria Federica empezó a trabajar como becario en una conocida petrolera, Adnoc, pero cuando terminó su contrato no se lo renovaron. Llegaba tarde muchos días y a veces ni se presentaba. El joven ingresaba 7.500 euros mensuales y vive en un apartamento de 500 metros cuadrados.

Al joven siempre le ha podido mucho más la fiesta. En Madrid era un día sí y otro también. De hecho, se tomó la decisión de alejarle del foco mediático porque participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el lujoso barrio de Salamanca el día de Navidad. Un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal en el que llevaba cuatro días consecutivos de fiesta sin dormir. El local superaba el aforo permitido y tan solo tenía licencia de sauna. Además, la policía encontró sustancias estupefacientes en la habitación en la que estaba el hijo de la infanta Elena con un grupo de amigos.
La familia real se enfada con Froilán y le retira los apoyos, está solo
Para evitar aparecer en el foco mediático, siempre que ha venido a España ha intentado pasar desapercibido acudiendo a fiestas que sus amigos organizaban en domicilios particulares. Se quedaba toda la noche y de esta forma nadie sabía que pasaba ahí dentro. Hasta que en una ocasión la escolta de Casa Real que le controla tuvo que desalojarle en unas circunstancias bochornosas antes que el mal fuese aún mayor.
Froilán ha desilusionado a todos sus familiares, desde su madre a su abuelo, incluso a Jaime de Marichalar, quien siempre le ha apoyado, pero desde hace un tiempo le ha retirado todos los apoyos. El exduque de Lugo se ofreció a quedarse a su hijo en casa y controlarle, pero Zarzuela no se lo permitió. No podía continuar en España, y mucho menos en Madrid.
Toda la familia se siente muy desilusionada con la actitud de Froilán en estos últimos años, no entienden cómo no puede madurar con la edad que tiene. Se comporta de una forma muy desagradable incluso para no pertenecer a los Borbón.
