Felipe Juan Froilán de Todos los Santos, el hijo rebelde de la infanta Elena, vuelve a estar en el ojo del huracán. Este joven Borbón, conocido por sus excesos y constantes tropiezos con la ley, se ha convertido en el protagonista indiscutible de las polémicas más bochornosas de la Casa Real. A pesar de los intentos de la Zarzuela por mantenerlo a raya, el sobrino de Felipe VI sigue siendo un dolor de cabeza constante para la monarquía.
Escenarios turbios: la escolta real al rescate de Froilán
Los escándalos de Froilán no son una novedad para nadie. Desde sus primeros años de adolescencia, el joven Borbón ha protagonizado titulares por sus fiestas descontroladas, peleas nocturnas y más de un altercado con la ley. Sin embargo, en los últimos tiempos, la situación ha escalado a un nivel que ni siquiera la Casa Real puede controlar. Se dice que en varias ocasiones, la escolta de la Guardia Real ha tenido que irrumpir en casas privadas para sacar a Froilán de situaciones extremadamente comprometedoras.
Estos “rescates”, llevados a cabo bajo un manto de silencio, buscan evitar que las vergonzosas acciones del joven trasciendan y manchen aún más la imagen de la Casa Real. Estas intervenciones son la prueba de que el hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar no solo se junta con malas compañías, sino que también se expone a peligros que podrían poner en riesgo su seguridad y, por ende, la reputación de la monarquía. Son episodios tan escandalosos que, si llegaran a hacerse públicos, podrían desatar una crisis sin precedentes para la Corona española.
Un estilo de vida descontrolado que pone en jaque a la Familia Real
Los informes revelan que los agentes de seguridad han enfrentado verdaderos retos, desde lidiar con grupos de personas bajo los efectos del alcohol hasta encubrir posibles escándalos de drogas que podrían poner en jaque a la Corona. Entre las recientes anécdotas nocturnas de Froilán se encuentra un altercado con un arma blanca frente a una discoteca en Salamanca. La policía lo dejó marchar ya que estaba llevando a un amigo herido al hospital. Posteriormente, fue visto saliendo de un after clandestino que operaba como sauna. En este establecimiento se encontraron sustancias ilegales. Además, su historial incluye hasta un tiroteo. Debido a esto, la Casa Real ha tenido que manejar situaciones de suma gravedad. Todo esto mientras se esfuerzan por mantener la dignidad y la discreción que su rol exige. El costo de estos "rescates" es elevado, no solo en términos financieros, sino también en lo que respecta a la credibilidad y estabilidad de la Familia Real.
No es la primera vez que la Familia Real intenta tomar cartas en el asunto. El propio Juan Carlos I, abuelo de Froilán, llegó a sugerir que lo enviasen a Abu Dabi en un intento de alejarlo de las malas influencias y darle una oportunidad de reformarse. Sin embargo, a pesar de estos intentos, el joven Borbón sigue reuniéndose con sus amigos cada vez que visita España, demostrando que la rebeldía sigue corriendo por sus venas. Mientras tanto, la Casa Real continúa esforzándose por contener sus desmanes y proteger la ya desgastada imagen de la monarquía.