La vida de Froilán ha estado marcada por constantes viajes y mudanzas, especialmente desde que se trasladó a Abu Dabi hace casi dos años. La decisión de vivir lejos de los focos mediáticos fue tomada por la Casa Real, como medida cautelar para alejar al hijo de Infanta Elena del centro de atención. Desde entonces, Froilán ha residido en la capital de los Emiratos Árabes Unidos, aunque, a pesar de estar lejos de España, siempre ha estado acompañado por su abuelo, el rey Juan Carlos I, en sus frecuentes visitas a España.
A lo largo de estos años, Froilán ha seguido el rastro de su abuelo, viajando con él a ciudades como Madrid, Barcelona, Vitoria, Mallorca y Galicia, con la excusa de disfrutar del tiempo en familia. Sin embargo, su vida en Abu Dabi no ha sido fácil. Aunque nunca mostró oposición a vivir allí, Froilán ha confesado en su círculo cercano que se siente muy solo.
Froilán quiere volver a España de forma permanente
La soledad y el hecho de que su vida esté principalmente en España lo hacen añorar su vuelta a la vida habitual que tenía en su país natal. En cuanto a su relación con su abuelo, aunque no viven juntos, Juan Carlos I hace todo lo posible para asegurarse de que su nieto no le falte de nada. Fue él mismo quien consiguió que Froilán trabajara en una petrolera como becario, con un salario de 7.500 euros mensuales. Sin embargo, el contrato fue de corta duración, durando solo nueve meses, y, a pesar de las expectativas, no renovaron su empleo, dejándolo sin trabajo desde hace casi un año.
Con el tiempo libre que tiene ahora, Froilán ha aprovechado cualquier oportunidad para regresar a España. Una de sus excusas más recientes fue el Gran Premio de MotoGP. Aunque inicialmente debía celebrarse en Valencia, el evento se trasladó a Barcelona debido a las consecuencias de la tormenta DANA. Y aquí encontró una excusa perfecta para viajar. Sin embargo, parece que Froilán viaja más a España de lo que se dice.
Froilán, de incógnito cuando viaja a Madrid
Cuando Froilán viaja a la capital, se esfuerza por pasar desapercibido, a menudo usando ropa cómoda y discreta para no ser reconocido. Según fuentes cercanas, uno de sus trucos más frecuentes es esconderse en el piso de su amiga especial, Belén Perea, una de las personas que le ayuda a mantenerse fuera del radar. A pesar de sus esfuerzos, Froilán no siempre logra evitar ser visto en las calles de Madrid. A finales de septiembre, por ejemplo, fue fotografiado paseando por Chamberí, segñun publicó El Español, un barrio tradicional de la ciudad. En esa ocasión, llevaba una camiseta blanca oversize, pantalones pitillo negros, zapatillas deportivas y una de sus gorras características, una combinación que, si bien intenta ser discreta, parece no ser suficiente para pasar desapercibido en la ciudad.