Froilán es un hombre completamente nuevo. El nieto de Juan Carlos se instaló durante una larga temporada en Abu Dabi tras sus últimas polémicas en España para desaparecer del foco mediático. Es becario de la petrolera ADNOC, el presidente es íntimo amigo del emérito. La figura de su abuelo está surtiendo efecto en el joven, y es que para él es una persona muy respetable. Se muestra ilusionado porque por fin ha encontrado a alguien que le ha dado una oportunidad y le valora.

Por ahora no hay fecha de retorno a España, continuará en Abu Dabi hasta finales de año. No obstante, este verano disfrutará de unos días libres que le corresponden por los meses trabajados. No será todo el mes pero los aprovechará al máximo. Su intención es instalarse en Madrid y marcharse unos días a Mallorca y a Marbella. En la capital estará en compañía de la infanta Elena y aprovechará para ver a sus amigos. En la ciudad malagueña con Jaime de Marichalar y su familia paterna, que descansan siempre en Sotogrande. Allí siempre disfruta del festival Starlite. En la isla balear visitará a su abuela Sofía.

Froilán

Felipe y Letizia maquinaron la marcha de Froilán a Abu Dabi y ha surtido efecto 

Donde Froilán no es bienvenido es en Zarzuela. Felipe y Letizia no quieren verlo por ahí. Menos mal que la reina Sofía está a punto de instalarse en Palma de Mallorca y no será necesario que cruce las puertas de palacio, sino las de Marivent, donde no estarán ellos. No lo ven como una buena influencia para sus hijas, Leonor y Sofía. Por ello las adolescentes hace años que no ven a su primo.

Juan Carlos I y Froilán

Felipe y Letizia fueron los que pidieron personalmente a la infanta Elena que tomara una decisión drástica con Froilán tras las últimas polémicas. En los últimos meses el joven participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el lujoso barrio de Salamanca, en Madrid. También estuvo cuatro días de fiesta sin dormir hasta que se le desalojó de un after ilegal con licencia de sauna que superaba el aforo permitido, en la habitación en la que se encontraba Froilán con unos amigos la policía encontró sustancias estupefacientes.

Los reyes no podían permitir más escándalos como éste. A Froilán le gusta demasiado la fiesta y esa no es una buena imagen para la corona. La infanta Elena siempre ha defendido a su hijo, pero en esta ocasión no le quedó más remedio que acatar las órdenes del rey. Fue Juan Carlos I, que estaba al corriente de todo el asunto, quien le recomendó a su hija que lo trajese a los Emiratos Árabes. Esta estrategia ha funcionado y hay que reconocer que Felipe y Letizia están muy contentos y tranquilos. Todos bien lejos de Zarzuela, territorio de la reina.