Las continuas polémicas protagonizadas por Froilán llevaron a la Casa Real a tomar una decisión drástica. Su comportamiento irresponsable estaba generando titulares negativos y, lo que es peor, afectando la imagen de la Corona. Los escándalos más recientes, como su implicación en una pelea con arma blanca en el barrio de Salamanca o su desalojo de un after ilegal con sustancias estupefacientes, fueron la gota que colmó el vaso. Con una vida descontrolada y cuatro días seguidos de fiesta, el daño reputacional era insostenible.

Ante esta situación, la infanta Elena recibió un ultimátum: su hijo debía alejarse del foco mediático. Para solucionar el problema, recurrió a la única persona que podía hacerse cargo de él sin generar aún más controversia: Juan Carlos I.

Froilán, Joan Carles i el rei de Bahrain / GTRES

Froilán no encuentra trabajo

El rey emérito, conocido por su debilidad por su nieto, asumió la responsabilidad de encontrarle un destino lejos de España. Así fue como consiguió para él un puesto como becario en una importante petrolera, donde, sin experiencia previa, percibía un sueldo de 7.500 euros mensuales. Además, le proporcionó una vivienda acorde con su estilo de vida: un lujoso piso de 500 metros cuadrados, pagado íntegramente por su abuelo.

Sin embargo, la burbuja laboral de Froilán no tardó en explotar. Cuando terminó su contrato en la petrolera, se quedó en el paro, y la búsqueda de un nuevo empleo se convirtió en una tarea complicada. A pesar de los esfuerzos de Juan Carlos I, nadie ha querido contratarlo. Su currículum no responde a las exigencias de las empresas que han considerado su candidatura, y su reputación lo precede, convirtiéndolo en un problema más que en una oportunidad para cualquier compañía.

Froilán

10.000 euros al mes

Pero esto no significa que Froilán haya dejado de percibir ingresos. Todo lo contrario. Juan Carlos I, preocupado por el bienestar económico de sus nietos —a excepción de Leonor y Sofía, que siguen otro camino dentro de la familia real—, se encarga de que Froilán, Victoria Federica y el resto de sus nietos reciban un generoso sueldo mensual. En el caso de Froilán, esta cantidad asciende a 10.000 euros al mes, una cifra más que suficiente para que pueda mantenerse sin necesidad de trabajar.

Gracias a este "sueldo fantasma", el joven puede permitirse seguir disfrutando de un estilo de vida de lujo, con constantes viajes a España, fiestas y toda clase de caprichos. Sin la presión de un trabajo formal, Froilán sigue viviendo como si nada hubiera cambiado, sin que su inestabilidad laboral afecte su día a día. Con este ingreso mensual, parece improbable que le importe que no le contraten en ningún lado.