Froilán, hijo de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, fue enviado a Abu Dabi con el emérito Juan Carlos I por dos motivos. Uno de ellos tiene que ver con el cobro de la herencia de su abuelo. Estando en el país de Oriente Medio no tendrá que tributarla en España, con todas las ventajas que ello supone para su bolsillo. Eso sí que es amor a la patria.

El otro motivo tiene que ver con sus comportamientos habituales. No es ningún secreto que a Froilán le va la juerga. Las fiestas desenfrenadas son una de las grandes pasiones del nieto del emérito. Y también una de las cosas que no deja de meterle en numerosas polémicas.  Y de ahí que Elena lo haya enviado lejos de España. Allí puede hacer y deshacer como y cuando quiere sin que la prensa le esté encima. La hija de Juan Carlos ha tomado el camino fácil: en lugar de educar a su hijo lo manda lejos para no verlo cada dos por tres en los medios de comunicación. Ojos que no ven…

Froilán recibe toques de atención en Abu Dabi

Cabe decir que el pretexto de la infanta Elena es que allí está controlado por su abuelo. De hecho, ella misma le pidió al emérito que estuviera pendiente y que cuidara de él. Y lo cierto es que Juan Carlos lo ha hecho, enchufándolo a trabajar en una empresa en la que cobra un sueldo muy suculento.

Juan Carlos con Froilán en Atenas GTRES
Juan Carlos con Froilán en Atenas GTRES

Pero, obviamente, el padre de Felipe VI no está pendiente de él las 24 horas del día. Y ello le ha permitido a Froilán recuperar las salidas nocturnas. Las hace con los amigos que ha hecho en Abu Dabi. Parece ser que su actitud deja mucho que desear, celebrando fiestas en casas privadas. Incluso ha recibido algún toque de atención en el trabajo.  Y todo ello mientras agota la paciencia de los escoltas.

Sin el abuelo, desmadre total

En ese sentido,  tal y como informa El Confidencial Digital, Froilán ha recibido una advertencia por parte de un miembro de seguridad de Juan Carlos. El motivo: “No desarrollar un comportamiento ejemplar en Emiratos Árabes”.

Pero no parece que Froilán vaya a modificar sus costumbres. Y mucho menos con el abuelo fuera de casa. Mientras Juan Carlos visita España, Froilán podrá hacer y deshacer. Sin la presencia del abuelo, el desmadre del hijo de la infanta Elena es mayor. Total. Puede hacer lo que quiera sin ningún control.