Froilán, el joven miembro de la familia real española, ha sido una fuente constante de preocupaciones tanto para su madre, la infanta Elena, como para la Casa Real en general. Su comportamiento ha desencadenado múltiples polémicas que han puesto a los reyes en el centro de la atención mediática. Un episodio particularmente destacado ocurrió hace un año, cuando Froilán se vio involucrado en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el barrio de Salamanca, Madrid, coincidiendo con el día de Navidad. Apenas un mes después, el joven fue desalojado de un "after" ilegal con licencia de sauna que excedía el aforo permitido. Durante la intervención, en la habitación donde se encontraba Froilán junto a algunos amigos, se hallaron sustancias estupefacientes. Este incidente fue el detonante que llevó a los reyes Felipe VI y Letizia a exigirle a la infanta Elena que tomara una decisión definitiva sobre su hijo, advirtiendo que, de no hacerlo ella, lo harían ellos de manera más drástica. Ante esta situación, el rey Juan Carlos, quien siempre ha mostrado una gran predilección por su nieto, se ofreció a hacerse cargo de él. Como resultado, le encontró un lugar donde vivir y un trabajo en los Emiratos Árabes.
Actualmente, Froilán sigue en los Emiratos Árabes Unidos, aunque no cuenta con un empleo fijo, continúa al lado de su abuelo. Alejado de España, ha encontrado una cierta paz, pues ya no está bajo el constante escrutinio de los medios de comunicación, que ahora lo dejan más tranquilo. El rey Juan Carlos está buscando un nuevo trabajo para él, con la idea de que permanezca algunos años más en ese país. Se comenta que el plan a largo plazo es que Froilán se convierta en testaferro de su abuelo el día que este fallezca, de manera que pueda heredar la parte correspondiente de la herencia de la infanta Elena, evitando así pasar por la Hacienda Pública
Froilán se hace de oro en los Emiratos Árabes
Según el periodista José Antonio Taulés, Froilán es quien tiene el mayor potencial dentro de la familia real, precisamente debido a la vida que lleva junto a su abuelo. Don Juan Carlos lo está introduciendo en círculos influyentes y ayudándole a establecer una red de contactos que podría serle muy útil en el futuro. El joven también ha comenzado a involucrarse en algunos negocios de su abuelo, lo que le ha permitido empezar a construir una importante cartera de relaciones. Froilán, que hace unos años parecía perdido, parece haber encontrado finalmente su camino, en gran parte gracias al apoyo de su abuelo, una figura clave en su vida, y de Nicolás Murga, a quien considera su "segundo padre".
Murga, que desempeña un papel de gran importancia en la vida de Froilán y sus hermanos, actúa como un gestor de múltiples aspectos de su vida cotidiana, brindándoles apoyo y consejos. Este "tercer padre", como lo describe Taulés, se ha convertido en una figura indispensable para ellos, mientras que don Juan Carlos sigue costeando gran parte de sus necesidades, desde viajes y coches hasta pequeños gastos diarios, a menudo a través de sus madres o del propio Murga.