Este verano han estado a punto de ponerle una estatua en honor de Froilán al lado de la entrada del Starlite Festival de Marbella, donde se le ha visto más de un día —perdón, más de una noche— dándolo todo en diferentes conciertos y sesiones de DJ.

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Al sobrino del rey le va todo: pop meloso como el del grupo del hijo de Luis Bárcenas, Taburete -donde coincidió con el hijo de José María Aznar-, música electrónica como la de un amigo de su hermana Victoria, el DJ Adrián Lozano, o la cantante catalana Rosalía, que con su tema "Malamente" ha llegado a seducir a estrellas internacionales como Rihanna.

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En la última fiesta, sin embargo, donde ha estado el nieto del rey emérito, Froilán no lució el habitual look pepero con que nos tiene acostumbrados, con pantalones crema, camisa y americana. Esta vez Froilán se ha soltado y se ha "atrevido" a ponerse un pañuelo floreado en la frente para asistir a la fiesta hawaiana que tuvo lugar en el festival marbellí. Froilán, acompañado de Victoria Federica, no se separó en ningún momento de un gran amigo suyo, el relaciones públicas del Starlite Festival, Luis Torremocha, según informa Informalia, con quien bailaron y se hicieron fotos después de haber hecho esquí acuático durante el día.

El problema que tiene la infanta Elena con su hijo Froilán no es que salga de noche y se ponga pañuelos de hawaiano en la frente, ni como le vayan los estudios en el College for International Studies, una escuela madrileña de élite por la qué la Casa Real paga 20.000 euros el año, ni su afición a dispararse en el pie, ni, evidentemente, la pasión por los toros que también ella comparte. Lo que preocupa a la hija de Juan Carlos es un vicio que tiene su hijo y que, especialmente cuando sale de noche, se desata. La afición de Froilán al tabaco.

En su graduación, ya se le vio con un gran puro en la boca, pero según explica el portal, la infanta Elena desconoce hasta qué punto fuma su hijo, que según dicen, fuma por los codos. Como un carretero. Paquetes de cigarrillos de dos en dos. Y eso que tiene sólo 19 años. La adicción a la nicotina de Froilán tiene, sin embargo, una cómplice: su hermana Victoria Federica lo sabe, y aunque no fuma como su hermano, calla la verdad a la madre de los dos.

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El futuro dirá si Froilán será más recordado por sus vicios que por sus virtudes...