A Juan Carlos ya solo le queda una cosa por hacer: morir. La Fiscalía española ha filtrado a la prensa que no piensa ni citarlo a declarar por todos los casos de corrupción fiscal que el rey emérito ha tenido que admitir y regularizar con sumas millonarias defraudadas a Hacienda. Pero no pondrá un pie en un tribunal. La operación de Estado diseñada por Zarzuela y Moncloa es el exilio irrevocable. Tú no vuelves y a cambio ni te citamos a declarar. Lo que hará la fiscalía suiza es otra cosa. Pero viendo la muerte de Felipe de Edimburgo, los monarcas octogenarios ponen las barbas en remojo.
El rey Juan Carlos tiene 83 años y una pésima salud: decenas de operaciones, algunas a vida o muerte, han disminuido su capacidad, hasta el punto que su último biógrafo, José Antonio Zarzalejos, habla de algún tipo de demencia. La otra biógrafa en todas las librerías es Pilar Eyre que escribe en su imprescindible blog de Lecturas sobre cómo la muerte del marido de Isabel II ha puesto de actualidad qué hará España con la próxima muerte real, la de Juan Carlos. ¿Un funeral de Estado corrupto? Eyre escribe: "El protocolo diseñado desde hace años, tomando como modelo la Operación Lucero de Franco y las exequias de Alfonso XIII y Tierno Galván, ha quedado obsoleto por los últimos acontecimientos que han llevado en el Rey al exilio".
¿Enterrar a un corrupto confeso con honores de Estado? "Juan Carlos habrá pensado estos días cuál será su propio final y observado con envidia esas multitudes llorosas depositando floras en los lugares que frecuentó el duque de Edimburgo. Nadie habla con él de este tema, pero alguna vez ha comentado melancólicamente: "Por mí, que me entierren en el mar...". Esta es la última voluntad de Juan Carlos, volver al mar, donde hace regatas, y que se lo coman los peces. No dice qué mar pero viviendo en Emiratos será el Mar Rojo. Los diarios ya tienen la necrológica escrita y muchos escogerán una foto elegante y sofisticada para beatificarlo. Felipe también fue un adúltero pero no uno corrupto confeso y ha muerto sin exiliarse.
España está preparada para la muerte del anterior jefe del Estado. En Zarzuela los hay que desean sacarse el muerto de encima, nunca mejor dicho. Y los hijos y nietos Borbones heredarán: los millones escondidos en paraísos fiscales pasarán a Elena y Cristina que se convertirán en multimillonarias, y Felipe, que dice que renunciará al dinero, se queda la Corona.