Muchos gestos potentes en la comida real de los 60 años de Elena, la rehabilitación de Letizia después de los cuernos, el enfrentamiento de Victoria con Elena, los Urdangarin mostrando que respetan más los 60 años de la tía que los 18 de Leonor, las tres ausencias mal tapadas (Leonor y Sofia estaban en Zaragoza y Zarzuela, Miguel en Londres como Juan que sí que fue)... Pero el gesto más destacado es el de Juan Carlos y Elena. Un saludo que parece un encuentro de fans freaks de Star Wars en el Salón del Cómic:
La experta en lenguaje no verbal Patrícia Centeno, habitual de TV3, lo tiene claro: La señal en la frente=protección/pertenencia. El saludo manos de colegueo = equipo. El hacer la chorradita delante cámaras siendo adultos y adultas = tus antepasados, como poco, eran primos". Centeno lo tiene claro, aparte del gesto masónico con la dueña del local y de lo que implica de protección como le hizo Cristina a Pablo en Barcelona hay un componente de ser infantiles, menores de edad mental, y lo atribuye a los problemas genéticos que no hacen demasiado espabilados a los Borbones: "Sus antepasados eran como poco primos" o directamente hermanos. Las relaciones incestuosas traen hijos con problemas de salud mental. Y es conocida la duda sobre las capacidades de Elena. Centeno acierta, medio masonería medio tontería.
Peñafiel: el rey dudaba de las 'condiciones intelectuales' de Elena para reinar
Que Elena no anda fina lo explicó Mikimoto en TV3 cuando aplaudía entre mocos en los JJOO del 92 y Peñafiel en El Mundo: "Juan Carlos decidió borbonear presionando a los padres de la Constitución para que mantuvieran la preferencia del varón sobre la mujer". La raó? "Se iba a introducir un cisma tremendo en la Familia Real porque tanto Don Juan como Juan Carlos habían tenido hermanas más mayores que ellos". Esta fue la excusa que difundió Zarzuela pero la razón era otra.
Elena españolísima, GTRES
Peñafiel destapaba el tabú de la Casa Real: las pocas aptitudes de la primogénita infanta Elena: "Los motivos del Monarca eran otros muy diferentes. Dudaba de la estabilidad emocional de su primogénita, la Infanta Elena, a quien no consideraba en condiciones, digamos intelectuales, para ser la heredera. ¡Tenía todos los derechos!". La discriminación de Juan Carlos hacia todas las mujeres de su descendencia con hermanos se basa en el hecho de que Elena no es "lo bastante lista".
Padre e hija, pocos listos, GTRES
Al final, su hija mayor es la que se le parece más: soberbia, amante del toreo y con un matrimonio fracasado. España si el Rey no hubiera parado la enmienda para evitar esta absurda discriminación machista tendría ahora una reina Elena I y un príncipe de Asturias y Girona amante de la cocaína rosa: Froilán. Reiríamos más. Así es normal que hagan muecas en medio de la calle. Son como niños mentales.