Felipe VI cuando va a Catalunya sabe que visita territorio hostil. En ningún sitio más del Estado lo reciben con pitadas, pancartas antimonárquicas y quemando fotos suyas. La animadversión de gran parte de la población viene de lejos y aumentó geométricamente con su torpe discurso después de que la policía agrediera votantes del 1-O. Eso hace que no pueda, por ejemplo, entregar los Premios Princesa de Girona en Girona sino en Cornellà. Pero a él tanto le da, viene escoltado, recibe halagos de los monárquicos y se va. Siempre deja algún detalle de su grosería. El discurso del 3-0, un catalán notablemente peor que el impecable de su hija Leonor y ahora unas fotos penosas en el acto principal. Así se sentaba el jefe del Estado al lado de su hija de 16 años, despatarrado:

Familia Real en Cornellà EFE

Es la gran analista Patrícia Centeno, habitual de medios como Tot es mou en TV3 o Antena 3, la que hurga en un gesto indigno de un jefe de Estado: Felipe se sienta sin desabrocharse el botón de la americana y con las piernas abiertas para dejar todo al aire, lo que vulgarmente se conoce como "marcar paquete". Las imágenes causan dolor en los ojos:

Felipe espatarrat/EFE
Detalle de Felipe abierto de piernas/EFE

La red hace befa, mofa y escarnio, como no podía ser de ninguna otra manera. Letizia lo da por perdido porque llueve sobre mojado, y va "despatarrado". Se dice de alguien que toma una postura corporal inadecuada, de piernas abiertas. Una campaña viral en el metro indicaba a los pasajeros, habitualmente masculinos, que cerraran las piernas para no ocupar espacio de su vecino. También pasa en las butacas de cine. Pero quien lo lleva más allá es quien está despatarrado de pie alzado, con las piernas abiertas en forma de uve invertida, colgando todo el que haya en medio. El jefe del Estado y de las Fuerzas Armadas. Felipe VI participaba hace unos meses en una reunión de trabajo en el Estado Mayor de la Armada. En el Cuartel General del ejército Felipe VI fotografiado así:

Casa real

El formalito Felipe VI no acostumbra a ponerse de pie con la impostura de Juan Carlos sino con las piernas rectas y más cuando va de uniforme. El ambiente militar relajaba al rey que entre uniformados se siente como casa.

La CUP ya puede recuperar su vieja campaña contra el manspreading, y tiene un nuevo motivo para quemar fotos del rey: por micromachismo, microagresión machista o heteropatriarcado opresor. Felipe, en Catalunya, que no enseñe el cetro real y se siente como es debido.