El funeral de Juan Gómez-Acebo, celebrado el domingo 8 de septiembre en Madrid, reunió a numerosas personalidades de la familia real y la alta sociedad española. La ceremonia se dividió en dos partes: una por la mañana en la Iglesia de San Isidro y otra por la tarde en la Catedral de las Fuerzas Armadas. A pesar de la solemnidad del evento, el ambiente estuvo marcado por tensiones que han trascendido, particularmente en torno a la presencia de la reina Letizia.

El fallecimiento de Juan Gómez-Acebo, que tuvo lugar el pasado 13 de agosto en Palma de Mallorca, fue un golpe duro para la familia. Y, aunque inicialmente el funeral estaba programado para el 15 de agosto, se decidió posponerlo para que los miembros de la familia y amigos que estuvieran de vacaciones pudieran asistir al acto en Madrid.

Gran representación de la familia real en el funeral de Juan Gómez-Acebo

La ceremonia contó con una gran representación de la monarquía española, con la presencia de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, así como de la infanta Cristina y sus hijos Pablo, Miguel e Irene Urdangarin. También estuvieron presentes Froilán y Victoria Federica, nietos de los eméritos. La llegada más esperada, sin embargo, fue la del rey Felipe VI y la reina Letizia. Ella, que se había ausentado de la ceremonia matutina en San Isidro, la verdaderamente importante, y solo asistió al servicio de la tarde. Aunque la reina Letizia no despertó muchas simpatías entre los presentes.

Felip capcot al funeral, EP

La reina nunca ha tenido muy buena relación con los Gómez-Acebo. El motivo: su cercanía con las infantas Cristina y Elena, que no se llevan bien con Letizia. La tensión entre Letizia y las infantas ha sido evidente desde hace años, lo que ha complicado las relaciones dentro de la familia. La cercanía de los Gómez-Acebo con las infantas ha provocado que la consorte nunca haya sido cercana a la familia.

Los Gómez-Acebo, predispuestos a aceptar la ausencia de la reina Letizia

Además, los Gómez Acebo querían evitar las malas caras de Letizia tras la polémica fotografía del ‘pacto de Zarzuela’, tomada la semana anterior. En dicha imagen, aparecían el rey Felipe VI junto a sus hermanas Elena y Cristina, así como la reina Sofía, lo que fue interpretado por Letizia como una humillación al ser un gesto de unidad familiar al margen de ella, que en ese momento se encontraba representando a España en los Juegos Paralímpicos. Esta fotografía generó un importante enfado en Letizia. Conscientes de este mal ambiente, los Gómez-Acebo trasladaron a Felipe que no se sentirían ofendidos si la reina Letizia se ausentaba.

Letizia

Pero a pesar de los intentos de la familia Gómez-Acebo por esquivar cualquier conflicto y aceptar la posible ausencia de Letizia, finalmente no pudieron evitar las malas caras de laconsorte. Según varios testigos presentes en el funeral, la reina mantuvo una actitud seria y distante, con pocas interacciones con el resto de los asistentes y un semblante sombrío durante toda la ceremonia.