La familia real monegasca siempre ha sido fuente de múltiples historias, desde amores y traiciones hasta trágicas muertes y divorcios. Si bien en los últimos años han mantenido un perfil más bajo, la salud de Carolina de Mónaco sigue siendo un tema recurrente en la prensa. Sin embargo, otro aspecto crucial es el papel que jugó la niñera Maureen Wood en la vida de los hijos de Rainiero y Grace Kelly.
Rainiero y Grace Kelly, debido a sus numerosos compromisos, se vieron a menudo ausentes en la vida de sus tres hijos: Carolina, Alberto y Estefanía. En su lugar, fue Maureen Wood, la niñera, quien se convirtió en la figura central y materna de los hermanos.“Fue la figura clave de nuestras vidas. Cuando éramos pequeños, probablemente estábamos más cerca de nuestra niñera que de nuestros padres”, recordó la princesa de Hannover. De hecho, la cercanía con su niñera era tal que apenas notaban la ausencia de sus padres durante sus múltiples viajes fuera de Mónaco durante todo el año. Pero sí extrañaban a su institutriz durante sus vacaciones de verano.
Asimismo, Carolina explicó que la relación con sus padres era distante, y tanto ella como su hermano Alberto estaban más unidos a Maureen Wood que a sus propios progenitores. En numerosas ocasiones, cuando la niñera se iba de vacaciones, los hermanos gritaban desconsoladamente para que no se fuera, lo que obligaba a Grace Kelly a pedirle que regresara antes de lo planeado.
Maureen Wood emergió como una figura esencial. Carolina de Mónaco reveló: "Teníamos más contacto con nuestra niñera que con nuestros padres". Este comentario y otras afirmaciones dejan ver que la royal no considera a su madre biológica, Grace Kelly, como la persona que ejerció el rol materno en su vida.
Carolina de Mónaco y sus hermanos tuvieron una infancia difícil
Desde una edad temprana, Carolina de Mónaco y sus hermanos tuvieron que lidiar con la intensa presión de la vida real, incluyendo el constante escrutinio mediático y las apariciones públicas. Esta exposición no solo los obligó a mantener una imagen impecable en todo momento, sino que también contribuyó a su aislamiento social, limitando sus interacciones a un selecto grupo de niños de familias influyentes de Mónaco. Además, hasta los 14 años, no se les permitió comer en la misma mesa que sus padres, lo que impidió el desarrollo de una relación más cercana.
La niñera de Carolina fue la que se encargó de su crianza
La princesa Carolina de Mónaco se ha abierto sobre su relación con sus padres, admitiendo que ella y su hermano el Príncipe Alberto estaban más cerca de su niñera cuando eran más jóvenes. Carolina, de 61 años, es la hija mayor de Grace Kelly y el príncipe Rainier de Mónaco. Hizo estas revelaciones en un nuevo libro ‘Albert II de Mónaco, The Man and The Prince’, que conmemora el 60 cumpleaños de su hermano.