La Familia Borbón está muy acostumbrada a mentir a la sociedad, a los contribuyentes, a los millones de personas que les pagan los Palacios, los escoltas y sus vidas lujosas. La mentira mayor que se ha tragado España es que Juan Carlos era el jefe del Estado cuando en realidad era un comisionista que se estaba haciendo multimillonario ejerciendo su cargo y cobrando en dinero negro por cumplir sus obligaciones constitucionales: facilitar inversiones extranjeras en España. El detalle de no declararlas a Hacienda es coherente con el robo, y es donde el Código Penal tendría que haberse aplicado para encerrar al emérito en la prisión. Pero España no quiso asumir esta vergüenza mundial y cerró todos los sumarios en falso. Ahora el octogenario rey se pasea como un turista y el extraño es que no le tiren tomates. Al lado de eso, las otras mentiras palidecen, como el falso matrimonio de Letizia y Felipe donde cada uno hace su vida sentimental aparte del otro. Solo en Euskadi se atreven a hacer manifestaciones como esta de ayer a Hernani por la visita de Felipe za Chillida Leku:
Este miércoles una revista madrileña de propiedad norteamericana, Diez minutos, pertenece al grupo Hearst con sede en Nueva York, saca una exclusiva de las que en manos de una prensa menos aduladora de la Corona podría hacer mucho daño a Casa Real. La revista se limita a colgar las fotos que ha captado en Vitoria un paparazzi con Iñaki Urdangarin conduciendo un coche de lujo de 70 mil euros. La noticia es muy potente porque la revista informa de que el vehículo es nuevo, matriculado el pasado mes de marzo (tres meses después de firmarse el divorcio), y el propietario del coche no es Iñaki Urdangarin sino, atención, Cristina de Borbón. La revista se limita a poner esta información en la portada y deja la interpretación a cada lector, pero el hecho de escogerla como noticia de abertura ya muestra cierta intención: la infanta Cristina, Juan Carlos y Zarzuela han vuelto a mentir. Es falso que Iñaki no esté cobrando de Cristina por el divorcio. Y no solo cobra sino que recibe una fortuna mensual, una indemnización de millones y recibe regalos de multimillonario por parte de Cristina, un Volvo de 70 mil, con un solo objetivo: comprar el silencio de Iñaki Urdangarin.
La revista acaba con el mito del pobre Iñaki que no encuentra trabajo y recibe una pensión simbólica de dos mil euros del divorcio. Falso, la verdad salió en Telecinco: recibe de Juan Carlos y de Cristina 25 mil euros mensuales, más una indemnización de 2 millones de golpe cuando firmó el divorcio. Iñaki concedió una sorprendente entrevista a la COPE cuando ya se habían separado después de publicarse las fotos con Ainhoa Armentia, y la dio para asustar a Cristina: "Ves, puedo aparecer en cualquier medio y contar lo que me dé el gana". Urdangarin sigue amenazando a Cristina con delatar a su familia en la prensa y a cambio del silencio le va pidiendo regalos: "Oye que el padre de los primos de Leonor sucesores al trono no puede ir en taxi" y le cae un Volvo de lujo, que ni esconden que es nuevo y de Cristina. Cerrado el divorcio, la hermana del rey tuvo que comprarle un coche de lujo a Iñaki. Si no lo hacía, Iñaki ejecutaba el chantaje e iba a cualquier TV, radio o canal de Youtube para destruir a Zarzuela explicando todo lo que sabe.
La revista lo escribe así "La infanta Cristina le cede a Iñaki Urdangarin un coche de lujo. Firmaron su divorcio en diciembre de 2023. Los términos del acuerdo no han transcendido, pero poco a poco vamos descubriendo datos del convenio que firmaron. El exdeportista quería una pensión compensatoria de cifras astronómicas, pero finalmente se habría tenido que conformar con 1/4 de lo que deseaba. Y quizás para compensar esta rebaja monetaria, Cristina le ha cedido a Iñaki un coche de lujo: un Volvo valorado en 70.000 euros que fue matriculado el pasado marzo, tres meses después de firmar su divorcio. Está a nombre de Doña Cristina Federica de Borbón y Grecia y está domiciliado en el Palacio de la Zarzuela. Además del nuevo coche, Iñaki también disfruta de una moto de trail valorada en 5.500 euros". Coche y moto típica de crisis de los 50 para salir de excursión a la montaña. Y para más recochineo, los vehículos de Urdangarin domiciliados en Zarzuela. Las multas las recibirá Letizia. Iñaki los está humillando a todos.