Leonor es muchas cosas pero hay una característica que no se acostumbra a destacar de la princesa: es madrileña. Profundamente madrileña. Nacida hace 19 años en la capital entre algodón, escolarizada en Los Rosales, un colegio de élite madrileño, ha vivido toda la vida en la Zarzuela y cuando habla tiene un acento de pija madrileña que tumba. Solo al cumplir 16 años estudió Bachillerato en el Reino Unido, en Gales, cerca del mar. Pero los acantilados de la costa atlántica galesa no eran navegables para niños en edad escolar. Así que la princesa siempre ha sido muy de secano. Ha vivido de espaldas al mar. En Mallorca pasaba unos días cada verano pero era la única de los nietos de Juan Carlos que no hacía cursos de vela por indicación de Letizia, que lo veía demasiado pijo, elitista. Ahora le habría ido bien aquella formación, en su segundo año en el Ejército le ha tocado Marina y más de medio curso, seis meses, navegando en un velero, Juan Sebastián Elcano, haciendo una travesía muy dura, de Cádiz a Nueva York rodeando todo el continente sudamericano, las dos costas, atlántica y pacífica. Ahora se encuentra en el peor momento de la travesía en pleno océano Atlántico, desde Cádiz pasando por las Canarias, sin ninguna otra escala. Casi un mes sin poner pie en tierra. El 14 de febrero, por San Valentín, tiene previsto desembarcar en Salvador de Bahía. Mareada y harta. Su cabeza dice basta.

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Leonor pensativa a bordo, GTRES
Trayecto Leonor, Telecinco
Trayecto Leonor, Telecinco

Todos los medios de comunicación han dibujado el mapa de la ruta americana de Leonor, con momentos de mucho peligro como el actual sin escalas o el de Punta Arenas en Chile pasando cerca del Polo Sur entre las corrientes de los dos océanos, o cuando navegue ya exhausta del Caribe a Nueva York después de atravesar el Canal de Panamá. Hay un detalle que nadie explica. Leonor está previsto que vuelva a España por mar, desembarque en el puerto de Gijón con el Elcano y acabe en Marín, en la Academia Naval donde pondrá fin a su segundo año de militar. Eso quiere decir que el Elcano navegará de vuelta atravesando el océano Atlántico de Nueva York a Gijón, Asturias. Pero con una trampa que no se cuenta: Leonor no hará este último tramo del trayecto a bordo del barco sino en un vuelo. De Nueva York a Gijón el trayecto lo hace Leonor en avión. La Marina le evita una segunda travesía atlántica de vuelta y harán un simulacro. De sopetón veremos a Leonor a bordo del Elcano desembarcando en Gijón pero es falso, un teatrillo. Leonor no vendrá del mar sino de un aeropuerto. En el mapa queda claro que de NYC a Gijón solo navegará el barco pero no Leonor.

Mapa viaje Elcano Leonor Telecinco
Mapa viaje Elcano Elieono, Telecinco

Queda claro que Zarzuela quiere hacer ver que la madrileña Leonor es toda una loba de mar, pero no cuela. La chica no ha navegado en su vida y nos están mintiendo en un momento que se venderá como simbólico, el desembarco de la reina en Gijón como la capital de Juego de tronos, Desembarco del Rey. Si eso será un teatro y en realidad Leonor volverá a España en avión, cómodamente sentada en First Class, debidamente escoltada y tomando un vodka limón, su bebida, si eso es falso, cualquier cosa del trayecto lo puede ser. Nos podemos creer que Leonor está ahora mismo atravesando el Atlántico entre tormentas, ventoleras y olas de 10 metros, o que se ha subido a un portaaviones o a un avión Eurofighter para aparecer en Brasil sonriente el 14-F e ir a ver a su novio brasileño que la enamoró en Gales. Cierra el círculo y los monárquicos, satisfechos. La Corona no deja de ser un teatro.