Ainhoa Armentia es la actual pareja del ex duque de Palma, Iñaki Urdangarin. El otro día fue su cumpleaños e Iñaki, como buen novio que es, acudió a felicitarla a su despacho antes de ir a comer juntos en un prestigioso restaurante de Vitoria. El aún cuñado del rey Felipe y su pareja se besaron, sí, pero las imágenes no están disponibles. Y es que las cámaras de 'El Programa de Ana Rosa' estaban presentes en el momento del morrocotudo pico, pero algo gordo pasó para que no pudieran darle al REC.

Urdangarin y el escolta   Telecinco
Urdangarin y el escolta Telecinco

Justo en la puerta principal del despacho de Armentia, la reportera del formato de Unicorn explicaba que no habían podido registrar el momento clave del beso por culpa de un segurata subidito que les ha impedido grabar. "Este escolta, que se ha identificado como Policía Nacional, nos ha pedido la documentación y que no nos moviéramos de su lado", detalla. "¿Esta es una actitud lícita por parte de un escolta en plena vía pública?", se pregunta la periodista rosa.

¿Actitud ilícita?

Cuenta la reportera en una nueva conexión con Joaquín Prat y la propia Ana Rosa que el segurata que les capó las imágenes del beso y se puso delante de los periodistas del programa para que no tomaran ni fotos ni vídeos, les pidió además la documentación y la fotografió. "No sabemos muy bien por qué lo hizo, suponemos que para ganar tiempo y que el ex duque de Palma pudiera irse y no verle". La periodista sigue, y esta vez cuenta detalles aún más escabrosos, que pondrían en un serio brete al guardaespaldas de Urdangarin.

Iñaki Urdangarin saliendo de un coche   EFE
Iñaki Urdangarin saliendo de un coche EFE

Empujón

Relata Leticia, este es el nombre de la reportera del corazón, que "en un momento determinado", después de que el segurata le devolviera el DNI, le "pudieron las ganas de saber a dónde iba Iñaki" y empezó a perseguirlo. El supuesto Policía Nacional, tal y como dice Leticia, la empujó. "Este escolta me empuja y me dice que quería echarme a la acera": La cuestión es que esta era una calle peatonal, así que es imposible que el guardaespaldas del yerno de Juan Carlos de Borbón lo hiciera para protegerla de un atropello: no había ni coches ni bicis ni patinetes eléctricos. Menudo jeta.

Alessandro Lecquio, indignado

El debate de los empujones del miembro de seguridad de Urdangarin ha dado mucho de sí, también en plató. Tras escuchar lo que relataba Leticia, Ana Rosa abría un melón: ¿Por qué unos reporteros no pueden fotografiar al aún marido de la Infanta Cristina en la vía pública? Una cuestión que daba mucho de sí, y de la que Lecquio daba su punto de vista. "Yo no entiendo por qué sigue llevando escolta este señor. Este señor ya no es marido sobre el papel". Tal cual. Más razón que un Santo.

Alessandro Lecquio   T5
Alessandro Lecquio T5