Hace unas semanas circuló el rumor de la posibilidad de que el rey emérito Juan Carlos I hiciera una visita a Marivent, coincidiendo con la estancia de los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se dijo que el ex monarca tenía intenciones de ir a Mallorca a entrenar para al Campeonato del Mundo de Vela de la clase 6 Metros en la isla de Wight, dado que las condiciones que se dan en la isla balear son muy parecida a las de la prueba británica. Y que aprovechando la visita, se dejaría caer por Marivent.
Al final el emérito no hizo acto de presencia. Su último viaje a España, realizado a finales de julio, lo pasó en su totalidad en Sanxenxo. Pero no hay duda de que le hubiera encantado pasar al menos una noche en Mallorca, de donde guarda muy buenos recuerdos.
Juan Carlos protagonizó las escenas más surrealistas en Mallorca
Porque Marivent fue su residencia de verano durante mucho tiempo. Un lugar donde hacía y deshacía a su antojo con sus amantes mientras la reina emérita Sofía se quedaba en el palacio o se iba de compras.
Se conoce que Juan Carlos se iba de fiestas y comilonas. Unos encuentros que organizaba su amigo Pedro Salas en el Fortuna, con el que se iban mar adentro para evitar los objetivos de las cámaras indiscretas y los marcajes de la reina Sofía. De hecho, hasta la Guardia Civil tenía prohibido aparecer. Las autoridades solo podían acercarse al lugar en un caso: cuando Juan Carlos tiraba a sus amantes por la borda.
Juan Carlos tiraba a sus amantes al mar
Esto ocurría cuando la reina Sofía recibía un chivatazo de dónde se encontraba Juan Carlos. La emérita se montaba entonces en una lancha llamada ‘Somni’ junto a sus escoltas e intentaba pillarlo con las manos en la masa. Sin embargo, el padre del rey Felipe VI tenía sus aliados. Estos le informaban justo a tiempo para que Juan Carlos se deshiciera de la amante de turno tirándola al mar. Era entonces cuando la Guardia Civil podía acudir a recogerlas.
Una anécdota que explicó una fuente para el programa Socialité, en una intervención en la que explicó algunas anécdotas surrealistas como la que acabamos de mencionar. “Él salía con sus amigas y nadie sabía qué pasaba en el barco porque era imposible seguirle todo el día en alta mar”, empezaba la fuente. Unas escapadas que no gustaban ni un pelo a Sofía, que en más de una ocasión “cogía la lancha 'Somni' para pillarlo en acción”. No obstante, “cuando Sofía llegaba todo era normalidad, pues el rey Juan Carlos tiraba a sus amigas por la borda”.