En las últimas cuatro semanas, Felipe ha optado por pasar todos los fines de semana con sus amigos de toda la vida, buscando un espacio personal necesario para él. Durante este tiempo, ha llegado a la conclusión de que la presencia de Letizia en su vida no solo carece de aportarle felicidad, sino que le causa daño. A pesar de haber estado profundamente enamorado de la madre de sus hijas en el pasado, recientemente ha llegado a la dolorosa realización de que estaba equivocado en sus sentimientos. La coincidencia entre ellos se limita ahora a eventos institucionales, como el próximo viaje a Valencia para rendir homenaje a las víctimas del incendio, pero incluso en tales ocasiones, la complicidad brilla por su ausencia, dejando lugar a una palpable frialdad.
En el año 2012, la pareja ya enfrentó una crisis matrimonial significativa, caracterizada por discusiones constantes y la amenaza inminente de un divorcio que finalmente no se concretó. En ese momento crítico, la reina consideró la posibilidad de abandonar la relación, pero el rey le dejó en claro que sus hijas, Leonor y Sofía, permanecerían en Zarzuela con él, siendo este el principal motivo que la detuvo. Aunque la corona estaba entonces marcada por la pérdida de confianza ciudadana debido a las acciones de Juan Carlos y el caso Nóos que llevó a Iñaki Urdangarin a prisión, la crisis de Felipe y Letizia no estaba directamente relacionada con la situación de la monarquía, aunque ciertamente no ayudó.
En los últimos meses, Jaime del Burgo ha revelado el verdadero motivo detrás de la ruptura, alegando que la reina fue infiel al rey con él durante varios años, y se mencionan otros posibles involucrados. La afirmación apunta a una situación complicada que ha exacerbado aún más la tensión en la relación real.
Letizia también hace su vida por separado de Felipe
Hace aproximadamente un mes, la Casa Real, que se niega a confirmar o desmentir los rumores circulantes, presionó a Felipe y Letizia para que compartieran un plan que solían disfrutar juntos en sus primeros días de relación: asistir al cine. Sin embargo, en las últimas cuatro semanas, ambos han optado por pasar sus fines de semana por separado, con Felipe eligiendo la compañía de sus amigos, al igual que Letizia. La reina, hastiada de compartir su espacio vital con su esposo, ha optado por dormir en habitaciones separadas y evitar el contacto siempre que es posible.
Con Leonor y Sofía fuera de casa, la pareja ya no tiene que mantener apariencias en su vida diaria. Letizia también ha buscado apoyo en sus amigas, incluida Sonsoles Ónega, y ha establecido un hábito de encuentros los jueves para cenar y disfrutar de una copa, buscando desahogarse. Aunque no se ha mencionado abiertamente la posibilidad de un divorcio, la pareja ha discutido la idea de poner fin a su convivencia. La presencia constante de la Guardia Real en los jueves de la reina refleja la preocupación de Felipe por controlarla, temiendo que pueda buscar consuelo en otro hombre, lo que alimenta sus celos. La situación en Zarzuela actualmente está lejos de ser ideal, y el futuro de la relación real es incierto.