Casa Real avisada, Juan Carlos está de nuevo en España, por enésima vez. Felipe VI quiere aparentar una cierta normalidad con su padre por si en algún momento decide darle luz verde a la idea de pasar los últimos años de su vida en su país. Por ahora continuará residiendo en los Emiratos Árabes porque el régimen fiscal de Abu Dabi beneficia a las grandes fortunas, además, de esta forma sus más de dos mil millones de euros están exentos de la Hacienda Pública.
En 2020 Felipe VI se vio en la obligación de exiliar a su padre, la mayor humillación para un exmonarca, tras su último juicio con Corinna Larsen. En primer año no apareció por España en ningún momento, estaba vetado. Durante el segundo año tuvo que pedir permiso continuamente a su hijo. En una ocasión no lo hizo y se enfadó con él por su comportamiento, castigándole de nuevo a su desaparición pública. En este último año, libre de todos los juicios y polémicas, el marido de la reina Sofía ha podido desplazarse con su avión privado con total normalidad, sin dar explicaciones a nadie. Por ello, aparece por Sanxenxo en numerosas ocasiones. Se aloja en casa de su íntimo amigo Pedro Campos. Aprovecha para visitar en Vitoria a su médico de confianza, y también para hacer algunos negocios con su patrimonio. Tienen intenciones de liquidar todas sus propiedades para dejar solo dinero.
Felipe y Letizia reciben un aviso cada vez que Juan Carlos visita España
Letizia está harta de los viajes sin avisar de Juan Carlos, cada vez lo tiene más cerca y a Felipe más convencido. Se está quedando sola y sin apoyos. Por suerte, la Guardia Real de Zarzuela avisa constantemente a los reyes de cada uno de los movimientos del emérito, pero lo hacen de una forma muy denigrante y despectiva.
Felipe VI está consiguiendo su propósito. Juan Carlos vuelve a España más a menudo y sus visitas ya no generan ninguna expectación porque se han hecho muy normales. La prensa ya ni tan siquiera le espera a puertas de pista, donde aterriza con su avión privado. Esa era la intención.
‘Monarquía Confidencial’ ha descubierto que algunos miembros del equipo de seguridad de Zarzuela son trasladados a Pontevedra cuando don Juan Carlos se encuentra allí. El propósito es elaborar un plan de seguridad que respalde a la pareja de guardias civiles que lo acompañan permanentemente. Se dirigen a él de forma denigrante. “Ya viene el abuelo, otra vez”, suelen decir. “Lo hablan entre ellos, en petit comité. Es una forma cariñosa que tienen de nombrarle”, cuentan las fuentes citadas a ‘Monarquía Confidencial’.