Hay lío abierto en Mónaco. Y de los gordos, todo según la prensa francesa. Y todo también, relativo a la coronación de Carlos III de Inglaterra y su esposa, la reina Camilla Parker-Bowles. Este acto se llevará a cabo el próximo 6 de mayo y desde EN Blau haremos una amplia cobertura al respecto. El problema es que nadie quiere acudir a esta cita única en Inglaterra. Aunque haga casi 70 años de la última coronación, al Principado de Mónaco le daría cosa esta ceremonia. Parece que ni Charlène ni Alberto II estarían interesados en aceptar la invitación de Su Majestad El Rey Carlos, quien conoce de buena mano a Alberto, pues han compartido experiencias juntos en algunas ocasiones.
Tal y como confirman desde un tabloide francés, Carlos III y Camilla habrían enviado el convite personalizado a los royals monegascos y estos habrían rechazado la invitación. Algo que sorprende, y más tras rescatar de la hemeroteca unas palabras del propio Alberto hace unas semanas a la revista People en las que daba a entender que sí que iría al acto de coronación. "No sé cuántas coronaciones de un monarca inglés veré en mi vida, así que intentaré disfrutarla", decía el jefe de la Casa Grimaldi. Algo que, según las palabras de Nicolas Fontaine a las que los medios galos le hacen caso, no pasará. Es más: la no asistencia de Alberto supondría la no asistencia de Charlène... y sería aquí cuando entraría una tercera persona en la ecuación.
Y esta tercera persona es ni más ni menos que Carolina de Mónaco. La hermana de Alberto II de Mónaco podría estar presente el 6 de mayo en la Abadía de Westminster si finalmente, tal y como apuntan los rumores, Alberto y Charlène rechazan la invitación del nuevo mandamás de Inglaterra. Y ojo, porque aquí entra la ley en juego. La legislación monegasca deja claro que, en caso de que Charlène no pueda asistir a este evento, la sudafricana puede obligar a su cuñada a asistir en nombre de la Familia Real de Mónaco. Menudo lío...
El feeling entre Carolina de Mónaco y Carlos III
A Carolina seguro que no le molesta un pelo tener que hacer acto de presencia en el acto de coronación de Carlos III. El rey inglés y la princesa de Mónaco fueron grandes amigos en su época, hasta tal punto que medios rosas los llegaron a relacionar incitándolos a un posible romance y llegando a asegurar que si ambos se comprometían y tenían una relación, los Windsor y la Casa Grimaldi se acabarían fusionando. No obstante, nada de esto ocurrió y tanto el uno como la otra tomaron caminos separados. Aun así, hay que destacar un par de anécdotas en las que fueron noticia. Una vez, por ejemplo, llegaron a compartir coche oficial. La otra anécdota es más graciosa si cabe: y es que Diana de Gales y Carolina coincidieron en una cena oficial en la que, evidentemente, también estaba Carlos. El príncipe de Gales acudió amablemente a saludar a Caroline cuando llegó. Y lo hizo con suma efusividad, algo que no gustó un pelo a Lady Di, que se marchó muy molesta de la cena. Desde entonces, la relación entre la hermana de Alberto II y Carlos III se enfrío... ¿hasta el próximo 6 de mayo?