La relación entre el príncipe Harry y el príncipe Guillermo ha sido objeto de escrutinio durante años, pero en los últimos tiempos se ha vuelto especialmente tensa, principalmente debido a la enemistad entre sus esposas: Kate Middleton y Meghan Markle. Este conflicto entre las duquesas ha complicado enormemente cualquier intento de reconciliación entre los hermanos, cuya relación ha sufrido mucho por estos desacuerdos.

Kate Middleton y Meghan Markle nunca han sido particularmente cercanas. Desde el principio, hubo señales de fricción entre ellas, que se fueron intensificando con el tiempo. Kate Middleton, conocida por su discreción y su dedicación a la monarquía británica, siempre ha cumplido con sus deberes reales de manera impecable. Meghan Markle, por otro lado, trajo una perspectiva diferente, influenciada por su carrera en Hollywood y su enfoque en temas de justicia social. Estas diferencias de personalidad y enfoque contribuyeron a un ambiente de tensión y competencia.

Los hermanos que ya no estarán unidos nunca más

Uno de los momentos más emblemáticos que ilustró la enemistad entre Kate Middleton y Meghan Markle fue el incidente previo a la boda de los duques de Sussex en 2018. Se rumoreaba que la ex actriz había hecho llorar a la esposa del príncipe Guillermo durante una discusión sobre los vestidos de las damas de honor, aunque Meghan Markle luego afirmó en su entrevista con Oprah Winfrey que fue al revés. Independientemente de la verdad, este episodio fue un presagio de las relaciones problemáticas que seguirían.

La salida de los duques de Sussex de sus roles como miembros de la familia real en enero de 2020, conocida como "Megxit", contribuyó aún más a la tensión. Los duques de Sussex se mudaron a Estados Unidos y comenzaron a hacer declaraciones públicas sobre su experiencia dentro de la familia real, acusando a la institución de falta de apoyo y de un ambiente hostil. Estas declaraciones incluyeron críticas implícitas y explícitas hacia Kate Middleton y Guillermo de Inglaterra, lo que naturalmente profundizó el resentimiento.

La relación entre los príncipes se deterioró en gran medida debido a la lealtad que cada uno siente hacia su esposa. El hijo mayor de Carlos III, siempre protector de Kate Middleton, ha visto con malos ojos las acusaciones y la conducta pública de Meghan Markle y el príncipe Harry. Por su parte, el duque de Sussex se ha sentido obligado a defender a su esposa y a respaldar sus decisiones y declaraciones. Esta dinámica ha creado una barrera casi insuperable entre los hermanos.
El deseo de Meghan Markle y Kate Middleton de mantener las distancias ha hecho casi imposible cualquier intento de reconciliación entre el príncipe Harry y el príncipe Guillermo. Ambas se sienten incómodas y desconfían una de la otra, lo que impide que los hermanos puedan reunirse en un ambiente de paz.. En eventos familiares, se ha observado cómo los príncipes y sus esposas mantienen una fría cordialidad, evitando el contacto cercano y las interacciones prolongadas, aunque esto es algo que no ha sucedido durante los últimos años.