Es evidente que llueve menos que a principios de 2024, pero el príncipe Guillermo de Inglaterra no se ha sacudido el miedo del cuerpo: el cáncer ha impactado con fuerza en su núcleo familiar, y por lo tanto, en la cúspide de la Corona británica. Los tratamientos de los afectados parecen ir por buen camino, siempre con las lógicas cautelas. El rey Carlos III hace tiempo que recuperó su agenda, incluso con algún acto en el extranjero. El caso de Kate Middleton es más delicado, solo la hemos visto de manera oficial durante el 'Trooping the colour', y horas antes en una imagen en redes sociales. Cuándo volverá a su día a día es la pregunta del millón: de momento, tiene un ofrecimiento en firme para ser la gran estrella invitada en la final de Wimbledon, este domingo 14 de julio. Quieren que entregue el premio al campeón en el All England Club. Todo dependerá de su evolución diaria, con momentos mejores y peores.
Si la princesa de Gales decide reaparecer en el torneo tenístico, muy probablemente lo haga sin la compañía de su marido. Guillermo, con toda probabilidad, viajará hasta Berlín para asistir, desde el palco presidencial, a la final de la Eurocopa entre España e Inglaterra. Sería el tercer partido del royal, después de los duelos contra Dinamarca o Suiza. Habrá encuentro con Felipe VI, quien ha confirmado su asistencia, aunque no se sabe si irá acompañado por su mujer o alguna de sus hijas. El royal inglés ni quiere ni puede perderse la cita, porque muchos ciudadanos no olvidan lo que pasó con la última final de la selección nacional en una gran competición: precisamente otro España-Inglaterra, en este caso de fútbol femenino. Las Lionesses perdían contra las Aitana, Alexia y Jenni sobre el campo, pero también en la zona VIP: Letizia y Sofía asistían al partido y al show de Rubiales en directo, en ausencia de los británicos. Eso fue tomado como una afrenta. No puede volver a pasar.
El partido del domingo será de alto voltaje, de subir y bajar pulsaciones a gran velocidad. Guillermo podrá monitorizar estas y otras constantes vitales gracias al dispositivo que ha estrenado recientemente. The Mirror explica que se trata de un reloj inteligente especialmente diseñado para deportistas de alto nivel, y que también ofrece grandes atractivos para aquellos preocupados por su salud. No es el anillo que lleva Juan Carlos de Borbón o su detestado hermano Enrique, todavía más exclusivo, pero se le acerca mucho. Al margen de controlar y analizar la reacción del organismo a entrenamientos, ejercicios y descanso, ofrece otros datos:"Frecuencia cardíaca, oxígeno en sangre, temperatura cutánea y más para que puedas comprender tus valores de referencia, recibir alertas cuando tus métricas se desvíen y compartir datos con tu médico", explica la empresa que fabrica el aparato.
Que la salud se ha convertido en una obsesión es evidente y se manifiesta en su muñeca, que envía información constantemente a su teléfono móvil. Guillermo quiere controlarlo todo para poder reaccionar al mínimo cambio, por pequeño que sea.