Las tensiones entre los príncipes Guillermo y Harry han captado la atención del público, especialmente en el contexto de la relación de Meghan Markle con la Familia Real británica. Un nuevo libro del corresponsal real Robert Jobson, titulado ‘Catherine, the Princess of Wales, the Biography', ha revelado un aspecto sorprendente de esta dinámica familiar: la prohibición de Guillermo a Meghan de usar las joyas de la difunta princesa Diana en su boda. Este episodio no solo refleja las preocupaciones del príncipe de Gales sobre la relación de su hermano con la ex actriz de ‘Suits’, sino que también pone de manifiesto las complicaciones que han surgido en la Familia Real.
Según Jobson, la decisión de Guillermo de restringir el uso de las joyas de Diana por parte de Meghan fue motivada por su preocupación por la rapidez con la que avanzaba la relación entre Harry y Meghan. Desde su primer encuentro en 2016, la relación se desarrolló a un ritmo vertiginoso, culminando en su compromiso en noviembre de 2017 y su boda en mayo de 2018. Guillermo, quien había estado en una relación con Kate Middleton durante diez años antes de casarse, sintió que Meghan necesitaba más tiempo para adaptarse al estilo de vida de la Familia Real.
El príncipe Guillermo tomó una drástica decisión
El libro sugiere que esta decisión de prohibir a Meghan el uso de las joyas de Lady Di fue una forma de mantener una distancia simbólica entre ella y la tradición de los Windsor. Mientras que Kate tuvo acceso a algunas de estas icónicas piezas, la negativa del heredero al trono a permitir que la duquesa de Sussex las usara refleja una tensión subyacente que ya existía antes de que Meghan se uniera oficialmente a la familia. Esta actitud de protección hacia la tradición real podría haber alimentado el distanciamiento entre los hermanos, ya que Harry se sintió ofendido por la intervención de su hermano y su preocupación por su relación.
“Guillermo, preocupado por el vínculo, incluso habló con la reina para asegurarse de que la futura esposa de su hermano no usara ninguna joya de la colección de Diana, princesa de Gales; a pesar de que a Kate se le había permitido utilizar algunas, lo cual fue, en teoría, debido al lugar que ocupaba dentro de la familia”, escribió Jobson. Y agregó: “Harry se sintió ofendido y lo consideró un insulto. En consecuencia, la relación con Guillermo se deterioró rápidamente”.
Revelaciones explosivas y tensiones en aumento
Ahora bien, para nadie es un secreto que la relación entre Meghan y la Familia Real británico ha estado marcada por malentendidos y fricciones desde el principio. Jobson menciona que Meghan no logró establecer una buena relación con los príncipes de Gales debido a lo que se percibió como una falta de respeto hacia “la jerarquía real”. Según el autor, Meghan hirió las susceptibilidades de los miembros de la familia, lo que contribuyó a la percepción de ella como una "intrusa" en la esfera real. En la actualidad, la relación entre Harry y Meghan con los príncipes de Gales es prácticamente inexistente. Este distanciamiento se profundizó cuando los Sussex optaron por renunciar a sus funciones como miembros activos de la realeza en 2020 y se intensificó después de una serie de entrevistas en las que compartieron información delicada sobre ‘La Firma’.