Hay un royal europeo, todo un príncipe de Noruega, del que apenas se habla. ¿Los motivos? Uno, el más importante, es que nunca será rey. Tiene por delante al abuelo Harald, al padre Haakon e incluso a una hermana y heredera, Ingrid. Sus posibilidades son escasas. Aparte de este detalle, lo que le pasa a Sverre Magnus, de 18 años (coetáneo de Leonor de Borbón), es que tampoco disfruta un especial magnetismo personal. El hijo de Mette-Marit no destaca por su atractivo ni estilo. Y no, no es un Adonis, en el sentido más literal de la expresión. Eso de ser el amante "eternamente joven" de Afrodita. No. El de Sverre es un caso curioso, como el de Benjamin Button. Pero al revés.
Este jovencito parece infinitamente más mayor que su edad real. Una cosa alucinante, y de la que nos hemos dado cuenta repasando la cuenta en Instagram de la Casa Real noruega. Resulta que el chico tenía un deseo por su cumpleaños, el pasado mes de diciembre: vivir "un día de ensueño" en las fuerzas armadas. Se ve que no hace la mili, como otros congéneres royal europeos. Ya le han hecho realidad el regalo: lo hemos visto uniformado, con equipamiento militar, haciendo maniobras como un soldado más con los batallones de Inteligencia, de Artillería y en general, los miembros de la Brigada Norte. Viendo el álbum fotográfico de las jornadas castrenses, la sorpresa es evidente: ¿de verdad tiene 18 años? ¿No se habrán equivocado?
Hay que decir que Sverre apuntaba maneras desde hace años. Concretamente 6, es decir, cuando tenía 12. Repasando la hemeroteca, hemos encontrado muestras de esta apariencia de señor mayor adolescente. Una estampa en el balcón del Palacio Real de Oslo resulta absolutamente increíble, los rasgos de su abuelo Harald y de su madre Mette-Marit confluyen en un rostro infantil ofreciendo una estampa confusa. El vestuario no ayuda nada, con traje, corbata y lazo en la solapa. Pero claro, iba engalanado en un acto oficial. Ahora bien, no crean que en su armario la diversidad sea demasiado lucida. Es la antítesis de la juventud.

Miren estas otras instantáneas inverosímiles, de mayo de 2023. Todavía no había llegado a la mayoría de edad, le quedaban 6 meses. Durante la celebración del día nacional de Noruega, Sverre acompaña a sus padres Haakon y Mette-Marit, ambos con vestuario típico, durante el saludo al pueblo. El chico, una vez más, parecía un oficinista. El detalle de las gafas, un modelo de aquellos que "hacen mayor", no ayuda a disipar el trampantojo. Con todo lo expuesto, queda bastante claro que es fácil explicar por qué no se habla de Sverre: porque todos piensan que es un ayudante adulto de los príncipes herederos. Un asesor. Incluso un miembro de seguridad de incógnito. El hombre invisible, el príncipe más gris de Europa.
