La monarquía noruega está pasando por un momento muy complicado. No son tiempos fáciles para la corona escandinava, que ya en 2019 vivió un triste episodio con Marta Luisa, la hija de Harald V. Ella es la piedra en el zapato de la institución nórdica. En 2019, como decíamos, se suicidó su ex pareja por culpa de una depresión al esta dejarlo y escaparse con su ahora prometido, el chamán Durek Verrett. Ahora Marta Luisa, desde hace ya casi tres años está liada con este chamán que usa técnicas ancestrales y que dice ser "un lagarto de otro mundo". Se casarán en breves, pero ya no como miembros de la Casa Real.
Marta Luisa y Verrett perderán todos sus beneficios, menos el título en sí de la princesa Marta Luisa, que lo seguirá conservando a modo honorífico. La hermana del actual príncipe heredero, Haakon de Noruega, no ha querido renunciar a este nombramiento hereditario y lo mantendrá hasta el fin de sus días. Por lo que se filtró, y tal y como publicábamos en EN Blau hace un par de días, la decisión de la renuncia a sus funciones como miembro de la realeza se consensuó tanto con Su Majestad El Rey Harald V como con Haakon. El comunicado de la Casa Real de Noruega fue frío, sin emoción, y así lo confirma ahora el propio Harald. A día de hoy es un rey triste.
"Es una pérdida para la Princesa y para nosotros. Ella es muy buena en eso. Y sé que aquellos que han tenido un contacto cercano con ella desde sus patrocinios la quieren mucho. Así que habrá algunos que estarán felices por esto y otros que estarán decepcionados", ha expresado la máxima autoridad en Noruega haciendo referencia a los negocios que mantiene la princesa con distintas marcas. Sin embargo, no se ha quedado aquí el rey, y junto a su mujer Sonia ha querido opinar sobre Durek Verrett, su futuro yerno: "Tengo la sensación de que Durek ahora entiende más lo que representan la Monarquía y la Casa Real en un país. Al menos dice que ha aprendido mucho. Los estadounidenses no entienden el significado de esto aquí, no tienen ni idea de lo que es una Monarquía, así no es de extrañar que no lo entendiera bien. Pensó que podía hacer lo que quisiera sin que eso nos afectara en nada". Lo que está claro es que el chamán ha sido el motivo de la ruptura familiar: a SSMM no les conviene tener un especialista en magia negra infiltrado en el Palacio Real.
¿Familia rota?
A diferencia de lo que ha ocurrido en la Casa Real de Dinamarca, donde la Reina Margarita II ha despojado a cuatro de sus nietos de los títulos de príncipe y princesa, cosa que ha sentado al príncipe Joaquín como una patada en el culo, en Noruega no es así. Harald se lo ha tomado con tristeza, pero con conciencia también: quiere lo mejor para su hija Marta Luisa y, si ella cree que será más feliz con el Sandro Rey de EEUU que con otro hombre, pues adelante. "La pareja se entiende muy bien y Durek tiene mucho sentido del humor. Es muy gracioso en lo suyo", ha exclamado Harald V. No le gusta la magia negra, no le gusta que sea chamán, no le gusta que se haya interpuesto en medio de la Familia Real, pero no le ha quedado otra. Quiere a su hija y tiene que querer a su yerno. No quiere que pase como en Dinamarca, donde la familia sí que está rota a pedazos. Noruega, unida; Noruega, aguanta.