Harald de Noruega preocupa. El veterano rey de 87 años, que contrajo una infección respiratoria mientras se encontraba de vacaciones en una isla paradisiaca de Malasia, pocos días después de celebrar su cumpleaños en Oslo, no acaba de recuperarse. Lo ingresaron en un hospital del país del Sureste asiático, donde se desplazaron los médicos personales del monarca. Tras unos días hospitalizado el padre del príncipe Haakon ha podido ser trasladado a su país de origen. Un viaje, sin embargo, acompañando de un susto: le colocaron un marcapasos provisional por un ritmo cardiaco inapropiado. 24 horas después, y de manera sorprendente, cruzaba nuevamente el planeta para tratarse en casa.
Una vez en territorio noruego, a Harald V le quedaba una nueva visita e internamiento en el hospital Rikshospitalet. Una estancia corta, porque desde este mismo lunes ya descansa a su residencia oficial. Las noticias difundidas por la Casa Real escandinava invitaban al optimismo: "La infección está más controlada". Pero en el caso de los royals de Noruega, parece que se tiene que leer siempre la letra pequeña, a menudo hay sorpresas. Y no demasiado agradables: el suegro de Mette-Marit tendrá que pasar otra vez por el quirófano. La cosa se complica.
"Su Majestad necesitará un marcapasos permanente", continúa el informe médico del centro hospitalario que trata al marido de la reina Sonia, y facilitado por la monarquía noruega. No será inmediato, de momento toca esperar: hace falta que el rey supere la infección, que parece altamente resistente, y disfrutar de una forma física adecuada para enfrentarse al quirófano con garantías. La preocupación es evidente y justificada, aunque el texto ablande la situación: "Su condición es estable y está mejorando." Un comunicado al que se ha sumado el heredero Haakon, "las cosas están progresando, el padre está mejorando, seguimos de cerca la evolución". El príncipe mantiene la esperanza, aunque la Casa ya le ha encargado un traspaso exprés y, quién sabe si definitivo.
"El Príncipe actuará como regente y asumirá los deberes constitucionales del rey", ha expresado la institución ante los rumores y las dudas que genera entre sus ciudadanos y estamentos políticos. Intenta transmitir normalidad, atendiendo a la prensa sin problemas y de una manera bien alejada a la relación, por ejemplo, que mantiene Felipe VI en España. Continuaremos atentos, pero parece que en Noruega llega el momento del cambio.