Desde que el príncipe Harry y Meghan Markle decidieron dar un paso atrás en sus roles como miembros senior de la realeza británica, su vida ha estado bajo el constante escrutinio público. El traslado a California, conocido como el 'Megxit', marcó un nuevo capítulo en sus vidas, pero recientes informes sugieren que este cambio no ha sido del todo positivo para la pareja. La tensión entre Harry y Meghan ha aumentado, especialmente en torno al deseo del príncipe de regresar al Reino Unido.
A pesar de haber proclamado en varias ocasiones que su vida en Los Ángeles es "increíble", el príncipe Harry parece estar experimentando una profunda nostalgia por su vida anterior en el Reino Unido. Según el escritor Tom Quinn, en declaraciones al 'Mirror', Harry extraña ciertos aspectos de su antigua vida que no ha podido replicar en Estados Unidos. “A medida que pasa el tiempo, Harry echa de menos algunos aspectos de su antigua vida en el Reino Unido. Inevitablemente, el período de luna de miel en el que todo en Estados Unidos es nuevo y emocionante está llegando a su fin y Harry está mirando al pasado”, indicó el experto.
Nostalgia por el hogar perdido
El desalojo de Frogmore Cottage, una residencia que le fue otorgada por la fallecida reina Isabel II tras su boda con Meghan en 2018, dejó a Harry sin un hogar en su tierra natal. En su libro de memorias 'Spare', Harry describe la tristeza que sintió al abandonar esta casa, que había imaginado como su "hogar para siempre". Ahora, Harry estaría en búsqueda de una nueva propiedad en su país natal para poder reconectar con sus raíces.
Ahora bien, además de la nostalgia, hay otra razón más controvertida por la que Harry querría tener una casa en Inglaterra. Según Quinn, muchos de los amigos de Harry de Eton y del ejército no le han visitado en Estados Unidos porque no soportan a Meghan Markle. Esta tensa dinámica social podría estar influyendo en el deseo de Harry de regresar al Reino Unido, donde se siente más conectado y comprendido por sus antiguos compañeros.
Tensiones matrimoniales y aislamiento social
La situación ha creado una atmósfera de aislamiento para Harry, quien solía ser el alma de la fiesta en su círculo social. La falta de visitas de sus amigos cercanos y la constante presión mediática sobre su relación con Meghan han aumentado su descontento y su deseo de volver a un entorno más familiar y acogedor. Sin embargo, la aparente divergencia de opiniones entre Harry y Meghan respecto a un posible retorno al Reino Unido ha generado especulaciones en Estados Unidos sobre tensiones y crisis en su matrimonio. Mientras Harry parece inclinarse hacia una reconexión con su tierra natal y recuperar una parte de su vida que dejó atrás, Meghan se muestra reticente a la idea de regresar a un entorno que percibe como hostil. Este aislamiento social ha acentuado la sensación de desarraigo del príncipe.
En última instancia, el dilema de Harry trasciende la mera cuestión de una residencia. Representa una encrucijada existencial entre su compromiso con la nueva vida que ha construido en América y el llamado de sus raíces británicas. La decisión que tome podría tener profundas implicaciones no solo para él y su familia inmediata, sino también para sus relaciones con la Familia Real y su papel en la sociedad británica