Tras varios meses de crisis matrimonial y persistentes rumores de divorcio, parece que el príncipe Harry está dispuesto a hacer todo lo posible para superar las dificultades que amenazan con romper su matrimonio con Meghan Markle. De acuerdo con el tabloide británico ‘The Mirror’, el hijo de Carlos III aún está muy enamorado de su esposa, por lo que está considerando seriamente la terapia de pareja como una última esperanza para mantener su matrimonio a flote.
Según una fuente cercana a la pareja, Harry ha sido un ferviente defensor de la terapia personal y ahora busca aplicar los beneficios de esta práctica en su relación con Meghan. "Harry ha sido muy abierto sobre cuánto lo ha ayudado personalmente la terapia, por lo que nadie se sorprendería si buscaran mejorar la comunicación dentro de su matrimonio", explicó una fuente a la revista "Closer".
Un futuro incierto y la búsqueda de una nueva perspectiva
Los problemas matrimoniales entre los Sussex comenzaron con la promoción del libro de memorias "Spare", y continuó con la cancelación de su contrato con Spotify, lo que generó conflictos y tensiones en su matrimonio, sobre todo después de que uno de los ejecutivos de la reconocida plataforma los tildara de ‘estafadores’. Además, entre los problemas que han afectado su relación se encuentra la incertidumbre sobre sus proyectos laborales y el camino que tomarán sus carreras en la industria de Hollywood. Según la fuente, Meghan y Harry “todavía quieren sentirse como un equipo fuerte, especialmente después de los recientes contratiempos en sus carreras, se siente como el último recurso, ya que tienen que mantener su imagen como una pareja de poder”.
Para enfrentar estos desafíos, la pareja ha decidido mantener su lucha por salvar su relación en privado, pero han reconocido que la terapia de pareja puede ser una herramienta valiosa para "volver a encarrilar su matrimonio". La fuente también reveló que los Sussex están “apartando más tiempo” para citas románticas y escapadas de fin de semana, tratando de dejar de lado las presiones laborales y concentrándose en fortalecer su vínculo afectivo.
Además de la terapia, Harry y Meghan también están considerando un cambio de ubicación para encontrar una nueva perspectiva. Según ‘Express’, Meghan y Harry han puesto sus ojos en Malibú como un posible nuevo hogar, dado que la ex actriz de ‘Suits’ creció en esta ciudad del sur de California, y esto ha influido en la intención del príncipe Harry de empatizar con ella y a considerar la posibilidad de buscar oportunidades laborales en una comunidad que se encuentra más próxima a Hollywood que Montecito.
¿Separación como solución?
Mientras los duques de Sussex intentan resolver sus problemas, algunos especulan sobre la posibilidad de una separación. Lizzie Cundy, ex amiga de Meghan, ha sugerido que una decisión de este tipo podría ser lo mejor para Harry. "Creo que será mucho mejor para Harry. Si regresa aquí (Reino Unido), será recibido con los brazos abiertos. No olviden que alguna vez fue nuestro realeza más popular y la gente lo recibiría con los brazos abiertos, realmente creo que será lo mejor para Harry. Por supuesto, será muy triste para los niños. Pero es hora de que Harry regrese a casa", declaró Cundy a ‘The Mirror’