Han pasado 4 años desde que el príncipe Harry decidió alejarse de la familia real británica, cuando se mudó a Estados Unidos junto a su esposa, Meghan Markle, y sus hijos. Desde ese momento, la relación con su familia ha estado marcada por la distancia y la tensión, dejando al descubierto una serie de conflictos existentes que se remontan incluso a antes de su partida. Uno de los episodios más destacados en esta narrativa de desencuentros ocurrió tras el fallecimiento de la Reina Isabel II. En este contexto, Harry publicó sus memorias tituladas "Spare", un libro que ha generado un gran revuelo por las impactantes revelaciones que contiene. En sus páginas, el Duque de Sussex relata que su padre, el rey Carlos III, le prohibió llevar a Meghan al lugar donde descansaba la reina, algo que le causó gran malestar.
Las prohibiciones no solo fueron para Meghan
La muerte de la reina Isabel II, el 8 de septiembre de 2022, marcó un momento trascendental en la historia de la monarquía británica. y desencadenó una serie de acontecimientos que todavía resuenan en la opinión pública. También marcó la vida de sus nueras porque el rey Carlos no les permitió estar junto a sus esposos y la familia en un momento tan difícil. En su relato, Harry detalla el desenlace de esta situación problemática. El Rey Carlos le ofreció disculpas, explicando que su decisión estaba motivada por la preocupación de que la presencia de Meghan podría provocar más conflictos familiares. Según su versión, ya había un acuerdo de que Kate Middleton no asistiera, por lo que incluyó la misma restricción para Meghan para evitar más tensiones. A esto agrega que la razón detrás de que ninguna fuera, es que habían decidido que no querían muchas personas en la ceremonia.
A pesar de las disculpas del rey, esta anécdota ha dejado una huella profunda en la relación entre Harry y el resto de la familia real, alimentando un resentimiento que parece persistir. Desde un principio, Meghan no fue bien recibida por la familia de su esposo, lo que la llevó a evaluar su situación y decidir distanciarse de aquellos que, según ella, le habían causado daño tanto a ella como a su familia.
Recientemente, a raíz de la enfermedad del rey, se han visto indicios de una posible reconciliación entre padre e hijo. Después de enterarse del diagnóstico de cáncer de su padre, Harry se apresuró a viajar a su lado, evidenciando su preocupación por él a pesar de las tensiones acumuladas durante los últimos años. Sin embargo, a raíz de esta visita, han surgido rumores sobre la postura distante de Meghan.
Meghan no quiere saber nada del rey Carlos
Aunque Harry parece estar dejando atrás los conflictos del pasado debido a la delicada situación de salud de su padre, parece que para Meghan las heridas siguen abiertas. Una de las decisiones que ha llamado la atención es que Meghan no acompañará a Harry en esta visita significativa a Londres. Se ha informado que ella decidió quedarse en casa con sus hijos, aunque esto aún se basa en especulaciones y no hay declaraciones oficiales al respecto.
Sin embargo, es bien conocido que Meghan ha expresado en entrevista del pasado, que experimentó racismo dentro de la familia real, lo que contribuyó a su decisión de renunciar a sus obligaciones reales y mudarse a Estados Unidos. Estos elementos han creado una brecha considerable entre ella y la familia real, lo que hace comprensible su deseo de evitar cualquier contacto con ellos.
En resumen, la compleja relación entre el Príncipe Harry, Meghan Markle y la familia real británica continúa evolucionando. Las tensiones persisten, alimentadas por heridas del pasado, y aunque el viaje de Harry a Londres representa un intento de acercamiento, la decisión de Meghan de mantenerse al margen subraya que el camino hacia la reconciliación aún está lejos de ser recorrido.