Recientemente ha salido a la luz que, tras abandonar la monarquía, Meghan Markle y el príncipe Harry, a lo largo del 2021, trabajaron 1 hora a la semana y 52 horas en ese año en la fundación sin ánimo de lucro Archewell. Sin embargo, parece que los números no eran los estimados. En ese sentido, de acuerdo con la información publicada por El Mundo, casi la totalidad de los fondos que lograron recaudar provenían de dos benefactores que entregaron 10 y 3 millones de dólares respectivamente. Se cree que esta última cantidad podría proceder del propio duque de Sussex y que sería una parte de los 20 millones que recibió por sus memorias. La fundación logró recaudar 1.190 dólares por parte del público, pero no logró los 4.500 dólares que tenían previsto. Lo conseguido fue gracias a los beneficios derivados de distintas inversiones. Los duques de Sussex destinaron más de tres millones a subvencionar distintas causas humanitarias, lo que equivale al 24% de sus ingresos.
Los documentos de la declaración de impuestos de Archewell demostró que se gastó 163.085 dólares en salarios; aunque Harry y Meghan no han fijado un sueldo para ellos, su director general James Holt cobró aparentemente de 59.846 dólares y percibió otros 3.832 dólares en beneficios. El medio ya citado anteriormente indicó que también hay otros dos salarios más listados en la declaración de impuestos: uno de 40.867 dólares por "servicio de programas" y otro de 22.811 dólares por "gastos de gestión y generales", lo que sugiere que la organización benéfica cuenta con un mínimo de tres empleados remunerados. Cabe destacar que, las últimas informaciones sobre Archewell apuntaban a que 16 empleados habían decidido dejar sus puestos de trabajo.
Meghan Markle y Harry en la ceremonia de coronación
Más allá de su situación en Archewell, los duques de Sussex están en boca de todos y tienen entre la espada y la pared al heredero al trono de Inglaterra. Como muchos sabrán, la atención del público es sumamente importante para los soberanos, así que es impensable que algo o alguien distraiga al pueblo del monarca; sin embargo, la realeza exiliada parece estar haciendo un gran trabajo con ello.
Según Edward Coram-James, experto en relaciones públicas de la realeza, aseguró que sin importar que Meghan y Harry acudan o no a la coronación llamarán la atención de la prensa. Por su parte, medios ingleses como el Daily Mail se han esforzado en mostrar que Carlos III está dispuesto a levantar una bandera de paz entre ambas familias, al invitarlos a la ceremonia, la realidad es que esto lo haría para evitar que la prensa comience a especular que fue a causa del rey que la pareja no asistió, tal como señala Tribuna.
Pero resulta que el mismo medio reseña que, en caso de asistir a la ceremonia de coronación de Carlos III, Meghan Markle y Harry Windsor impusieron una serie de demandas para el rey, entre las que se encuentran reunirse antes para hablar sobre las asperezas que hay en cada uno de los bandos, disfrutar de la ceremonia desde el balcón del Palacio de Buckingham (privilegio que solo está reservado para los miembros de la familia real que trabajan para la familia real) y que inviten al príncipe Archie, de 4 años, y la princesa Diana Lilibet, de 1, quienes no se encuentran en la lista de invitados.