El matrimonio entre Harry y Meghan Markle atraviesa una grave crisis que parece no tener solución, según han reportado varios medios de comunicación británicos. Los vecinos de la pareja en Montecito aseguran haber escuchado constantes discusiones a gritos y que, en ocasiones, se intercambian insultos. Estas fuentes han indicado que las peleas diarias son cada vez más frecuentes y, según los medios, no logran resolver sus diferencias, lo que lleva a muchos a especular que su relación podría estar irremediablemente rota.
Con el paso de los meses, más detalles apuntan a una ruptura inminente. Todo empezó con la falta de celebración pública por su quinto aniversario de bodas o el comportamiento extraño de Meghan en un partido de la NBA, cuando rechazó un beso de su esposo en la famosa 'kiss cam', que empezaron a alimentar las especulaciones. Estos gestos causaron gran revuelo entre los medios, que aunque hayan pasado unos cuantos meses, siguen vigilando cada movimiento de la pareja. El periodista británico Tom Bower incluso declaró que Harry y Meghan empezaron a “hacer vidas separadas".
Matrimonio a la deriva
A los problemas sentimentales se suman ahora otras dificultades que agravan la situación. Según diversos medios, Harry y Meghan atraviesan una grave crisis financiera. La pareja ha tenido serias dificultades para mantener su alto nivel de vida, lo que ha añadido tensión a su ya conflictiva relación. Según un informante del portal Radar, el matrimonio está a la deriva, pues se les ha complicado generar los ingresos necesarios para seguir disfrutando de su opulento estilo de vida, lo que ha generado aún más conflictos entre ellos.
La presión social y la atención constante de los medios también están afectando la relación. Harry y Meghan siempre han sido objeto de rumores y críticas, lo que ha hecho que su vida privada sea prácticamente un espectáculo público. Desde su boda en 2018, hasta su mudanza a los Estados Unidos en 2020, cada paso que dan es analizado minuciosamente por los medios. Además, la familia real británica y las tensiones con la prensa han añadido una capa de complejidad a su matrimonio.
El tiempo no cura las heridas
En medio de este caos, Harry y Meghan enfrentan otro obstáculo importante: la crianza de sus hijos, Archie y Lilibet. Los medios de comunicación también han seguido de cerca la vida familiar de la pareja, y sus decisiones sobre la educación y el bienestar de los niños se han convertido en otro punto de tensión. En este contexto, las discusiones sobre cómo criar a sus hijos y la creciente presión externa están influyendo en su relación.
Además, los rumores sobre su separación no dejan de crecer. Algunos incluso aseguran que ya no comparten cama, lo que confirma la distancia emocional que existe entre ellos. Si bien aún no se ha anunciado oficialmente una separación, los detalles sobre sus constantes peleas y gritos sugieren que la relación podría estar al borde del colapso y no retorno.