A principios de 2020, Harry y Meghan Markle se retiraron oficialmente de sus altos cargos en la Familia Real británica. Lo que se alegaba era que la pareja fue víctima de un intenso escrutinio mediático por parte de los tabloides, que no dejaban de intimidar e inmiscuirse en sus asuntos personales. El Palacio de Buckingham estaba decepcionado, pese a que los duques de Sussex ya habían protagonizado grandes dramas y problemas. Hay una trabajadora que no dudó en renunciar, aunque le tenía mucho aprecio a Isabel II. Los hechos hablan por sí solos.
En 2021, cuando el palacio seguía comandado por la reina Isabel II, se hizo pública una investigación que se habría estado realizando a raíz de unas graves acusaciones. Algunos miembros del personal alegaban que Meghan Markle los “intimidaba”, que su trato no era respetuoso. No se sabe si es la razón de renuncia de Samantha Cohen, quien trabajó para la difunta monarca durante 17 años como secretaria de prensa y, luego, como secretaria adjunta. En 2018 se le encomendó la tarea de ser la secretaria privada de Harry y su esposa.
Samantha no soportó más de un año con el duque y la duquesa de Sussex, justo cuando estaban tomando fuerza los rumores de que era imposible trabajar con ellos. No es que ella se pronunció, pues no trascendió ni una sola palabra en su contra. Lo que se supo es que estaba entre los diez trabajadores que fueron entrevistados como parte de la investigación. La polémica estalló luego de unos correos electrónicos que Jason Knauf, el jefe de comunicación de la pareja, le envió a sus superiores. A pesar de esto, la trabajadora se refiere a su anterior jefa con respeto y admiración.
Lo que dice la trabajadora de Isabel II, destaca lo que calla sobre Harry y Meghan Markle
Cohen conoció muy bien a la fallecida Isabel, se veían casi a diario antes de dejar la Casa Real en 2019. De hecho, tenía su propio dormitorio en el castillo de Windsor y su familia era invitada a la residencia de Balmoral o Sandringham cuando seguía acompañando a su superiora. “La Reina y yo solíamos hablar mucho. La echo de menos, era una mujer especial… Me encantaba, me encantaba, me encantaba el trabajo como secretaria privada adjunta de la reina. Fueron tiempos felices porque la reina estaba en plena forma”, admitió con nostalgia.
La renuncia de la secretaria no fue la única, hubo un período de renuncias que hubiera seguido si Markle estuviera todavía en el seno de la Familia Real. Primero renunció la asistente personal de la americana, Melissa Toubat, en otoño de 2018. Consecutivamente, lo hizo Samantha. Y a ella le siguió la otra asistente personal, Amy Pickerill. En cuanto tuvieron a su primogénito, se supo que despidieron a tres niñeras en tan solo unas semanas. En ese tiempo, los tabloides decían que los empleados le pusieron dos apodos: “Me-gain” (yo gano) y “la duquesa imposible”. Hay muchos tipos de liderazgo. Algunos tienen habilidades naturales y están despojados de todo ego, como Isabel II. En cambio, hay otros que utilizan su poder para imponer y hacer peticiones absurdas, lo que presuntamente hacían Harry y Meghan Markle.