El príncipe Harry ha vuelto a ser el centro de la controversia en el Reino Unido, esta vez por la celebración de su 40 cumpleaños en suelo inglés. Esta decisión ha generado una ola de críticas tanto dentro de la familia real como entre el público británico, ya que la familia real atraviesa un período delicado, con el estado de salud del rey Carlos III y de Kate Middleton bajo constante vigilancia y preocupación. En este contexto, muchos ciudadanos han percibido la celebración de Harry como un acto insensible y desconsiderado.

El pueblo británico no ve con buenos ojos al hijo menor del rey Carlos III

La relación del príncipe Harry con la familia real y el público británico ha sido tensa desde su decisión de retirarse de sus deberes reales en 2020 y mudarse a Estados Unidos con su esposa, Meghan Markle. Esta decisión, que algunos han calificado como un "Megxit", marcó un punto de inflexión en la vida del príncipe y en su relación con la monarquía. Para muchos británicos, su partida simbolizó una traición y un rechazo de sus deberes y responsabilidades reales, por lo que sienten rechazo hacia él como figura real. 

La celebración del cumpleaños del príncipe Harry en Inglaterra ha sido vista por muchos como un gesto provocador, especialmente en un momento en que la monarquía enfrenta más de un desafío. El estado de salud del rey Carlos III es una fuente de preocupación constante, con rumores y especulaciones sobre su capacidad para continuar con sus deberes reales. Asimismo, Kate Middleton ha enfrentado sus propios problemas de salud respecto al cáncer y a su tratamiento, lo que ha afectado su capacidad para desempeñar plenamente sus roles y responsabilidades.

Las redes sociales se han llenado de comentarios negativos hacia el príncipe Harry, con muchos usuarios (británicos en su mayoría) expresando su descontento y frustración. Las críticas se centran en la percepción de que el príncipe Harry ha abandonado a su familia y a su país para buscar una vida más tranquila y menos restringida en Estados Unidos, solo para regresar y celebrar un evento personal en un momento de crisis. Para muchos, esto demuestra una falta de sensibilidad y de falta respeto hacia la situación actual de la familia real y del país.

Además, algunos observadores han señalado que la presencia del príncipe Harry en Inglaterra podría ser vista como un intento de redimirse o de reconciliarse con su familia, aunque el momento y las circunstancias han sido claramente inapropiados para muchos. La percepción pública del príncipe Harry se ha visto significativamente afectada por sus acciones y decisiones pasadas, y cualquier intento de reconexión con su país de origen es visto con escepticismo y desconfianza, sobre todo de parte de Kate Middleton, que no confía en las acciones de su cuñado.

Es importante considerar que, a pesar de las críticas, el príncipe Harry sigue siendo una figura con un considerable apoyo en algunos sectores. Sus esfuerzos por destacar temas como la salud mental y el bienestar de los veteranos de guerra han sido bien recibidos. Sin embargo, estos aspectos positivos de su trabajo a menudo quedan ensombrecidos por las controversias y las tensiones familiares.