Nunca antes un miembro de la Familia Real británica había estado tan involucrado en procedimientos legales como el príncipe Harry y Meghan Markle. Incluso el príncipe Andrés, quien prefirió llegar a un acuerdo económico con Virginia Giuffre para evitar un juicio por acusaciones de abuso de menores y su conexión con el caso Epstein, no ha enfrentado tantas comparecencias ante la justicia como los Sussex. Ahora, Meghan Markle deberá enfrentarse a su hermana, Samantha Markle, en un juicio cara a cara, a pesar de los esfuerzos infructuosos de Harry por frenar esta nueva batalla legal.
Harry: esfuerzos fallidos por mediar ante el juicio
Harry, en un intento desesperado por detener el proceso judicial, buscó mediar entre las partes involucradas, pero no logró convencer a Samantha Markle para que suspendiera el juicio. El hijo de Carlos III ha estado luchando desesperadamente por evitar que su esposa se vea arrastrada a problemas legales, especialmente porque él mismo está inmerso en una batalla legal con Associated Newspapers Limited (ANL). En esta disputa, acusa al grupo de medios, incluido el 'Daily Mail', de vulnerar su privacidad con prácticas como escuchas ilegales y otras acciones dudosas. El príncipe, al parecer, teme que este nuevo litigio desvíe la atención de la verdadera batalla legal y también genere una pérdida de recursos financieros. Sin embargo, sus intentos de conciliación cayeron en saco roto, y el juicio sigue adelante.
Samantha Markle: implacable en su búsqueda por desenmascarar a Meghan
La demanda reciente de Samantha Markle, de 59 años, surge después de una previa desestimación en marzo. En esta ocasión, acusa a Meghan de difamación tras sus declaraciones en la famosa entrevista con Oprah Winfrey, reclamando 75.000 dólares por daños y perjuicios. El proceso judicial, programado para noviembre de 2024, se enfoca en el supuesto comentario difamatorio de Meghan sobre haber crecido como hija única. Si bien Meghan no necesitará comparecer debido a la naturaleza civil del caso, Samantha se muestra inflexible en su búsqueda de "desenmascarar" lo que considera una "falsa narrativa de los trapos de la realeza" tejida por su hermana.
Desde el compromiso entre Meghan y Harry, Samantha ha utilizado diversos medios para expresar su versión de la historia. Ha participado en entrevistas televisivas y radiales y ha lanzado un libro explosivo donde detalla su versión de los acontecimientos. Afirmaciones sobre la infancia compartida entre las hermanas contrastan con la imagen pública de distanciamiento que se ha forjado desde que Meghan inició su relación con el príncipe Harry. Según la demanda presentada, “desafortunadamente, una vez que Meghan comenzó a salir con el príncipe Harry, se volvió hostil hacia Samantha, al igual que con su hermanastro y con su padre, y la relación entre ambas se distanció”. La demanda, modificada respecto a su versión inicial, se centra únicamente en las declaraciones de Meghan durante la entrevista con Oprah, dejando de lado acusaciones anteriores sobre la biografía autorizada 'Finding Freedom'.
El enfrentamiento legal entre las hermanas Markle se convierte así en un espectáculo mediático, desenterrando una historia familiar que parecía haber quedado sepultada. La atención mundial se posa en este duelo legal, mientras el príncipe Harry intenta, sin éxito, mantener el enfoque en su propia batalla legal y evitar que el drama familiar de los Markle eclipse sus propias preocupaciones.