Esta semana ha sido especialmente complicada para Juan Carlos I y para Casa Real. Felipe y Letizia sabían que una revista holandesa iba a publicar unas fotografías íntimas del emérito con Bárbara Rey, pero no las han frenado. Todas las sospechas apuntan a Ángel Cristo Jr, el único que habría tenido acceso a esas imágenes que guardaba la vedette, pero no habría actuado solo. Justamente estas imágenes aparecen en el momento en que se habla de las memorias del marido de la reina Sofía y cuando se ha hecho público que ha creado una fundación en Abu Dabi para facilitar la herencia a las infantas Elena y Cristina y que su patrimonio no esté en manos de la Hacienda Pública. Sin duda la imagen de Juan Carlos ha quedado dañada en un momento en el que pasaba largas temporadas en España.
Juan Carlos I está viviendo un ataque similar al que vivió Letizia a finales del año pasado con las polémicas declaraciones de Jaime del Burgo. El abogado destapó que la reina habría sido infiel a Felipe VI con él durante varios años. Es más, restaba credibilidad al matrimonio de los reyes al confesar que él mantendría una relación desde hace tiempo con ella y el hijo de la reina Sofía sería el amante en toda esta historia. Para no dañar a la corona, Casa Real apartó a Letizia de los compromisos institucionales y el padre de Leonor y Sofía cogió más fuerza, se ocupa de prácticamente todos los actos.
Jaime del Burgo guarda material gráfico de Letizia
De esta relación que ahora solo se ha demostrado con palabras del interesado, Casa Real no ha confirmado ni desmentido esas palabras, también existiría material gráfico que confirmaría la relación, pero haría mucho daño a la corona.
Jaime del Burgo ya reveló hace unos meses que el CNI siempre ha ido tras él con la intención de encontrar ese material gráfico que guardaría en una caja fuerte y destruirlo. "El día que el CNI desvalijó mi casa de Genthod, a las afueras de Ginebra, en el número 9 de la rue de Village, buscando lo que siempre estuvo y sigue custodiado en una caja fuerte de una institución financiera con la orden expresa de ser entregado al defensor de mi memoria en caso de muerte accidental o prematura, ese día, digo, también me comporté a la vista de toda mi intimidad vilipendiada”, continúa. Al abogado también se le han hecho suculentas ofertas de dinero para mantenerle con la boca cerrada.
Según cuenta Joaquín Abad en su libro ‘Letizia, una biografía no autorizada’, estas pruebas que tiene Jaime del Burgo y por las que Zarzuela no demanda, incluyen “vídeos y fotografías de la reina con disfraces eróticos y ropa interior picante”. “Jaime del Burgo gustaba de eso y Letizia le concedía sus deseos”, añade.