En medio de los aplausos y las ovaciones en la pista central de Wimbledon, donde Kate Middleton entregó el trofeo a Carlos Alcaraz, su hermana Pippa Middleton, como siempre, estaba a su lado. Sin embargo, mientras la princesa de Gales sigue siendo el centro de atención en sus escasas apariciones públicas tras su diagnóstico de cáncer, la vida de Pippa detrás de los reflectores es un verdadero cuento de hadas moderno.
Lejos de las cámaras y los flashes, Pippa y su esposo, el gestor de fondos James Matthews, disfrutan de una vida de lujo en una impresionante mansión de estilo georgiano en Berkshire. Esta residencia, adquirida por 18 millones de euros en 2021, cuenta con la asombrosa cifra de 32 habitaciones y está situada en un terreno de 60 hectáreas que incluso incluye su propio río. Sí, ¡un río privado! La mansión, adquirida fuera del mercado y completamente reformada, ofrece a la pareja y sus tres hijos, Arthur, Grace y Rose, un estilo de vida digno de la realeza. Según se ha revelado, Pippa y James han planeado transformar el enorme jardín amurallado en una lujosa piscina olímpica y una pista de tenis, convirtiendo el antiguo cobertizo de jardinería en elegantes vestuarios.
Tras su boda con James Matthews, la cuñada del príncipe Guillermo ha estado acostumbrada a vivir en propiedades de lujo. Antes de mudarse a su actual mansión, la pareja vendió su casa en el oeste de Londres por 25 millones de euros, una cifra considerablemente más alta que la que James había pagado por ella en 2014. Esta residencia anterior contaba con seis dormitorios, un gimnasio y un cine privado, lo que refleja su estilo de vida acomodado.
El contraste con el "modesto" hogar de Kate y Guillermo
A solo unos kilómetros de distancia, los príncipes de Gales, Kate y Guillermo, residen en la relativamente modesta Adelaide Cottage en Windsor. Esta residencia, que cuenta con solo cuatro dormitorios, se encuentra dentro del extenso parque de Windsor y a solo diez minutos a pie del castillo del mismo nombre. A pesar de su proximidad a la realeza, la casa de los príncipes es sencilla en comparación con la impresionante mansión de Pippa.
Adelaide Cottage, construido en 1831 como casa de verano para la reina Adelaida, se ha convertido en el refugio de Kate durante su tratamiento contra el cáncer. Sin embargo, la decoración de esta histórica residencia no tiene nada que envidiar a otras residencias reales, con su chimenea greco-egipcia de mármol y los delfines dorados en el techo del dormitorio principal, que añaden un toque de majestuosidad.
¿Quién vive mejor?
La diferencia entre las viviendas de las hermanas Middleton no podría ser más marcada. Mientras Kate, la princesa de Gales, opta por una vida más modesta y enfocada en sus deberes reales y familiares, Pippa disfruta de una opulencia digna de una película. ¿Quién podría haber imaginado que la hermana que no se casó con un príncipe terminaría viviendo en una residencia que eclipsa a la de la futura reina de Inglaterra?