La vida de Jazmín Grace Grimaldi, primogénita de Alberto de Mónaco, parece sacada de un guion de telenovela: nacida fuera del matrimonio, criada lejos de su padre, y ahora, enfrentándose al cruel mundo del espectáculo que no la acepta. A sus 32 años, Jazmín ha intentado, sin éxito, hacerse un nombre en el competitivo mundo de la actuación. Su sueño de seguir los pasos de su abuela, la icónica Grace Kelly, se ha desvanecido, dejándola desterrada de Montecarlo y viviendo en el anonimato en Estados Unidos.
En los últimos días, Alberto de Mónaco ha estado en el centro de atención por su presencia en los Juegos Olímpicos de París, donde ha mostrado su apoyo a los equipos de diversos países. Durante estos eventos, el príncipe habló con orgullo de sus dos hijos legítimos, Jacques y Gabriella, de 9 años, y de su pasión por el deporte. Sin embargo, no hubo ninguna mención de sus otros dos hijos, Jazmín Grace y Alexandre Grimaldi, nacidos fuera del matrimonio y, por lo tanto, excluidos de la línea de sucesión al trono.
Jazmín, fruto de una relación entre Alberto y la agente inmobiliaria Tamara Rotolo, conoció a su padre a los 11 años, tras una prolongada batalla legal que culminó con una prueba de paternidad cuando ella tenía 14 años. A pesar de la distancia y los obstáculos, Jazmín siempre ha mantenido una relación cordial con su padre, a quien solo ve en contadas ocasiones debido a la distancia que los separa: ella en Estados Unidos y él en Mónaco.
Una carrera artística que no despega
A lo largo de los años, Jazmín ha intentado abrirse camino en diversas áreas, desde la música hasta la actuación, pero sin éxito. Con más de 37.000 seguidores en redes sociales, ha intentado construir una carrera artística, comenzando por la música antes de la pandemia en 2020. Sin embargo, su sueño de ser cantante quedó en el olvido cuando decidió intentar incursionar en la actuación, siguiendo los pasos de su abuela Grace Kelly. A pesar de su formación y participación en algunas series, su carrera como actriz no ha despegado. En un intento desesperado por encontrar su lugar en el mundo del espectáculo, Jazmín volvió a la música, estrenando su single "Blindspot" hace unos meses. Pero, lamentablemente, sus esfuerzos no han dado frutos y su carrera sigue estancada.
Una vida de lujo financiada por papá
Aunque su carrera no ha prosperado, Jazmín no ha renunciado a la vida de lujos. Gracias a una generosa paga trimestral de 79.000 euros que recibe de su padre, puede mantener un estilo de vida opulento. En 2022, adquirió una lujosa mansión en Hollywood Hills, una de las zonas más exclusivas de Los Ángeles. Además, cuenta con una habitación propia en el palacio monegasco, lo que le permite visitar a su familia cuando lo desea y mantener su identidad como una Grimaldi. A pesar de sus múltiples intentos por triunfar en el mundo artístico, Jazmín Grace Grimaldi sigue viviendo a la sombra de su famoso apellido y la distante relación con su padre, Alberto de Mónaco. Así, la primogénita del príncipe monegasco sigue buscando su lugar en el mundo, mientras vive desterrada de Montecarlo y con un futuro artístico incierto.