La hija menor de Carolina de Mónaco, Alexandra de Hannover, ha seguido los pasos de su madre al convertirse en una gran estrella de la moda en París. Sin embargo, su carácter difícil y su personalidad rebelde resulta ser una de las pocas cosas que tiene en común con su padre, Ernesto de Hannover, con quien mantiene una distante y fría relación desde que sus padres se separaron en 2008 debido a los constantes escándalos protagonizados por el abuso de alcohol del príncipe de Hannover.

Esta relación atípica con su padre se ha visto reflejada en sus acciones radicales y en su personalidad decidida. De hecho, en 2018 quedó excluida en la línea de sucesión al trono británico tras haber renunciado al luteranismo con la que fue bautizada, convirtiéndose al catolicismo, religión oficial del Principado de Mónaco. Ahora, tras haber permanecido oculta del ojo mediático durante gran parte de su vida, en los últimos dos años la joven de 23 años ha acaparado la atención de todos al convertirse en una de las promesas de la familia Grimaldi. Debido a esto, la hemos podido ver en los desfiles de alta costura de París, posando con su hermana Carlota Casiraghi en los eventos más importantes del mundo de la moda e, incluso, acaparando toda la atención en el icónico ‘Le Bal de la Rose’.

El look vintage-chic de Alexandra de Hannover en la Semana de la Moda de París

Recientemente, la princesa de Hannover robó todas las miradas en el desfile de Stella McCartney, que se llevó a cabo en el marco de la Semana de la Moda de París. Para esta ocasión, la princesa más princesa de Mónaco se decantó por un ‘total look’ de la firma británica, sorprendiendo a todos con su elección de minifalda y unas botas altas en color burdeos que rompe un poco con las tonalidades neutrales de su estilismo.

Para este desfile, la hija de Ernesto de Hannover y Carolina de Mónaco apostó por el estilo ‘Falabella’ de Stella McCartney, una minifalda negra con detalle de cadena en uno de sus laterales, que ha combinado de forma magistral con una camisa blanca básica de estilo masculino, un abrigo de corte clásico en color camel y las botas más icónicas de la marca, las ‘Cowboy Knee-High Boots’ en un color ciruela muy favorecedor. Para complementar el look, Alexandre eligió el bolso ‘Frayme’ en color negro y con detalle de cadena en color dorado.

De esta manera, su predilección por las faldas, los vestidos minis y las prendas clásicas que se ajustan a su cuerpo sin llegar a ser excesivos, se han convertido en un guiño a la moda cosmopolita de los Grimaldi, mientras apuesta por algunos toques vintage que la han convertido en la mejor vestida de su familia, superando a su hermana, Carlota Casiraghi, y a su prima Pauline Ducruet. Así, la hija menor de Carolina de Mónaco ha sabido reinventarse constantemente en el mundo de la moda al crear su propio estilo y brillar con luz propia.