La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tuvieron cuatro hijos. De pequeños, los Urdangarin Borbón conquistaron a la prensa y la opinión pública por ser unos pequeños rubios adorables. Ya no son unos niños y, por esa razón, despierta la curiosidad de todos cómo han crecido los herederos de Juan Carlos I. Pese a estar vinculados con la realeza española, resulta que uno de ellos sufrió un incidente en una panadería con su padre.
Mucho ha cambiado desde la época de juventud de Felipe VI y sus hermanas, la infanta Cristina y Elena. Si bien la prensa sensacionalista existía, los titulares y el enfoque de los medios informativos era otro. Hoy en día, los telespectadores y los lectores quieren saber más acerca de la nueva generación de los borbones. No solo sobre las hazañas del rey o las actividades de las infantas. De hecho, el día a día, las amistades, las salidas y las actividades profesionales de los nietos de los reyes eméritos es de interés. Entre ellos, por supuesto, los hijos de Iñaki Urdangarin y Cristina.
Leonor y Sofía no solo son el orgullo de sus padres, sino también el orgullo de la monarquía y ciudadanía. Dos jóvenes inteligentes, elegantes, con futuros prometedores y bellezas sin igual. Sus otros seis primos son adultos y comparten rasgos similares: se valen de su apellido, crecieron entre algodones y esperan la incalculable fortuna de su abuelo. Se estima que hay más de 1000 millones de euros que ni Felipe ni sus hijas están dispuestos a aceptar. Pero no todo ha sido lujo y prestigio, de hecho, hay una anécdota escalofriante en una panadería que explicó Pilar Eyre.
Las acusaciones en público al hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
No es un secreto que el caso Nóos lo cambió todo para la familia Urdangarin, supuso un antes y después en su dinámica. Así quiso retratar la especialista en Casa Real, Pilar Eyre, quien comentó un episodio insospechado. Resulta que Iñaki estaba en una panadería del paseo Bonanova con Juan y Pablo cuando, al entrar, gritaron: “Cuidado con los bolsos”. “Un mal trago, los clientes del horno de pan de la zona pija humillaron a Iñaki, imputado por corrupción, gritándole en medio del local que era un ladrón”, contó Eyre. En ese entonces, sus hijos tenían entre 10 y 11 años cuando presenciaron la humillación a su padre.
La tensión era tal, que los niños acabaron asustados y llorando. Este hecho, aparentemente, no cambió la vida de Pablo. Es decir, se convirtió en un deportista exitoso, con una gran personalidad y confianza. El más afectado, después de todo, fue Juan. Se convirtió en un adulto retraído, fumador y discreto. Necesitó terapia psicológica para salir adelante, pues las situaciones incómodas de aquella época eran muy repetitivas. Se mudó a Londres y rara vez es captado por la prensa, no suele viajar mucho a España.
Es un milagro que los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin vayan en la dirección correcta. Vivieron entre lujos y comodidades, sí. No obstante, atravesaron un calvario mediático sin tener culpa de la codicia de su padre.