El divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin ha tardado más de lo esperado. En medio de este mar de confusión, rumores y especulaciones, quien se adelantó y se divorció fue Ainhoa Armentia, la nueva mujer del exdeportista. El divorcio tuvo lugar hace varios meses, trascendió hasta no hace mucho cuando lo publicó la revista ¡Hola! Por más de dos décadas estuvo casada con Manuel Ruiz, aunque sus últimos días fueron difíciles. Y pese a que la pareja sigue avanzando, hay algo que no han podido lograr: un encuentro entre los hijos de ella y de él. Crece la tensión.
Cuando Lecturas publicó las infames fotografías de Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin tan acaramelados en Bidart, la vitoriana seguía casada. Así que el entonces matrimonio tuvo que enfrentarse a la mirada de todo el país y cientos de titulares. A pesar de eso, ella ha intentado retomar su ritmo de vida habitual. Después de la separación, la mudanza y las polémicas, recuperó la normalidad en su vida personal y en el trabajo. Al mismo tiempo, mantiene una relación cortés con Manuel Ruiz por sus hijos.
Actualmente, no tiene problemas por su vida pasada, sino por lo que pasará a partir de ahora con los Urdangarin. Es consciente de que pueden influir en su relación y el menosprecio a sus hijos no ayuda.
El clan Urdangarin desprecia a los hijos de Ainhoa Armentia
Uno de los aspectos más importantes de cualquier pareja, al formalizar su relación, es hacer las respectivas presentaciones con los hijos. Tras el divorcio de Ainhoa y Manuel, el cuñado del rey Felipe VI ha estado frecuentemente en la casa de su nueva novia. Ella, quien es madre de dos hijos de 17 y 13 años, logró que estos aceptaran a Iñaki. No pasa lo mismo con los cuatro hijos de los exduques de Palma. Juan, Pablo, Miguel e Irene todavía no conocen a la nueva mujer de su padre y no por falta de oportunidades.
Los jóvenes Urdangarin Borbón no tienen intenciones de acercarse a Armentia y mucho menos a sus hijos, por los que no sienten ninguna simpatía. No se conocen entre ellos y, según comentan, no haría falta. Desde el momento en que se supo de este affaire, los cuatro empezaron a detestar todo respecto a estas personas. Más todavía cuando se dio a conocer que el exjugador de balonmano tenía un trato muy estrecho con los descendientes de la abogada.
Los nietos de los reyes eméritos están muy unidos a sus padres, a tal efecto, la noticia de la amante y del divorcio fue fulminante. Afortunadamente, esto ocurrió siendo grandes. Pero la más preocupante es Irene, cumplió 18 años hace unos meses y sigue sin perdonar del todo a su padre. Una reacción esperada, puesto que vive con su madre y ha estado en los momentos más duros con ella.
A los Urdangarin les ha costado digerir esta separación. Sin embargo, Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin parecen ir muy en serio. Seguramente, en un futuro, podrán reevaluar si desean mantener las distancias o no.