Son la niña de los ojos de los británicos más monárquicos. En un país donde sienten adoración por el tema royal, los ingleses que enamoran a los ciudadanos no son ni el nuevo rey Carlos III, ni su hijo Guillermo y su mujer Kate Middleton, ni nadie que tenga una edad adulta. Porque los royals británicos que desde hace un tiempo han robado todo el protagonismo a la familia real son los pequeños hijos de los príncipes de Gales. Los nietos del rey, protagonistas también en la coronación de su abuelo, son tres pequeños que se llevan todos los elogios. Según el portal Jaleos, George, Charlotte y Louis no tienen rival: "El príncipe George (9 años) acaparó toda la atención, pues ejerció de paje real durante la ceremonia, pero también sus hermanos. Charlotte (8) destacó por su elegancia y su porte regio a la hora de seguir el protocolo; y el pequeño Louis (5), por su desparpajo". ¿Y qué me decís del expresivo bostezo del hijo pequeño, en medio de la pesadísima ceremonia?
Dicen que cada uno de los tres hijos tiene una personalidad diferente. Pero todos tienen un punto en común, más allá de sus padres. Un punto en común en forma de una mujer, española para más señas, que los lleva a raya. Y es que los hijos de Guillermo y Kate reciben una educación en la cual, según el citado medio, "conviven las anticuadas y rígidas normas de su niñera española con la espontaneidad que les permiten sus padres y los sabios consejos de su abuelo, el Rey". Quedémonos con la nanny. Es de Palencia y se llama María Teresa Turrión Borrallo. Lleva trabajando para los príncipes de Gales desde hace 9 años y se encarga del cuidado y la educación de los tres hermanos. Después de estudiar en una prestigiosa escuela británica, ha vivido con la familia en el palacio de Kensington hasta que se mudaron a Windsor.
Ha estado con los menores con discreción, pero se la ha visto también, por ejemplo, en la boda de los duques de Sussex. Y con respecto a la educación y el control que tiene sobre George, Charlotte y Louis, se muestra inflexible en algunas cuestiones. Un planning de trabajo consensuado con sus padres, que comporta una serie de medidas que se aplican a rajatabla en palacio. ¿Cuáles? Por ejemplo, que se vayan a dormir caiga quien caiga a las siete de la tarde; que a menudo tengan que probar nuevos sabores gastronómicos para evitar que sean, como dice el medio, quisquillosos con la comida; que jueguen fuera de casa tanto como sea posible (bicicleta, jardinería, trato con animales); o lo que menos gusta a los pequeños Windsor: "Los pequeños príncipes tienen muy limitado el tiempo que pueden estar conectados en sus dispositivos electrónicos, ya sean ordenadores, tablet o televisión". Turrión prefiere que jueguen a juegos de mesa.
La nanny española tiene muy claro que tiene que preparar a los hijos de los príncipes de Gales "para que cumplan con lo que se espera de ellos, siguiendo la regla de 'sin tonterías'. Deben entender que hay cosas que no deben hacer, como mostrar malos gestos o rabietas cuando acompañen a sus padres a eventos institucionales o públicos. Los dos mayores lo cumplen a rajatabla, aunque el benjamín, Louis, es algo más rebelde y natural". La trabajadora suele vestir, según explican, "el uniforme, el icónico uniforme de Norland con vestido marrón y sombrerito, está entrenada incluso en seguridad para proteger a los niños reales en caso de peligro".