Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina están en pleno proceso de divorcio. Un proceso en el que el ex duque de Palma exige una indemnización de dos millones de euros y una pensión vitalicia de 25.000 euros mensuales. Es lo que reclama para no contar los secretos que conoce de algunos miembros de la casa real.

Una separación que también está repercutiendo en la relación entre los cuatro hijos de la pareja. No todos los descendientes de Urdangarin y la infanta llevan igual el divorcio. Y tampoco que su padre ya haya iniciado una nueva vida sentimental junto a Ainhoa Armentia. Cada uno de ellos tiene un punto de vista.

División entre los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

Pablo Urdangarin es de los que prefiere huir de conflictos. Apoya a su padre en todo. Y también a su madre. Él quiere que sean felices, aunque ello implique que estén separados y rehagan sus vidas amorosas con otras personas. No juzga a ninguno de los dos por sus errores.

Juan, sin embargo, opina distinto. El joven vive en Londres desde hace unos años. Cursó la licenciatura de Relaciones Internacionales e hizo un voluntariado en la capital inglesa. Y son pocas las veces que viaja a España. No obstante, ello no le impide estar al tanto de todo. Y tiene muy claro que se posiciona al lado de su madre. De hecho, tampoco le sienta bien que Pablo sí apoye a su padre.

Miguel juan Urdangarin GTRES
Miguel juan Urdangarin GTRES 

Irene y Juan, los más dolidos con Iñaki

En el bando de Juan también está Irene. La pequeña de la familia ha vivido en primera persona lo mal que lo ha pasado su madre desde que se publicaron las fotos de Iñaki paseando con Ainhoa Armentia. Y también le guarda un gran rencor al ex jugador de balonmano. Como Juan, no quiere saber nada de la nueva pareja de su padre. Y no perdonan a su padre la infidelidad a Cristina.

¿Y qué pasa con Miguel? El pequeño de los varones de la familia va por libre. Se mantiene en la discreción de cara al público y también en lo privado. Graduado en bilogía marina, prefiere hacer su vida. Es de esos que siempre está ahí, pero parece que no esté.